El proyecto de "ley trans" divide a la izquierda española
El proyecto de ley sobre los derechos de las personas transgénero, que los diputados españoles deben votar este jueves, creó amargas divisiones tanto en la coalición izquierdista de gobierno como dentro del feminismo.
El proyecto de ley para "la igualdad real y efectiva de las personas trans", y la garantía de los derechos LGTBI, es una de las propuestas clave del Ministerio de Igualdad encabezado por Podemos, el partido de izquierda radical que ejerce de socio minoritario en la coalición de gobierno que lidera el socialista Pedro Sánchez.
Si los diputados aprueban el jueves la conocida como "ley trans" -como es probable-, y esta pasa después el trámite del Senado, España se convertirá en uno de los pocos países del mundo que autoriza la autodeterminación de género presentando apenas una solicitud personal.
"Las personas trans y la comunidad LGTBI no pueden esperar más para el reconocimiento de todos sus derechos", aseguró en octubre la ministra de Igualdad, Irene Montero, representante de Podemos, prometiendo que se iban a "dejar la piel" para lograr su aprobación.
La ley permitirá a ciudadanos mayores de 16 años cambiar el nombre y la mención relativa a su sexo en sus papeles de identidad, sin tener que presentar ningún informe médico ni acreditar el haberse sometido a un tratamiento hormonal durante al menos dos años, como se requería hasta ahora a los mayores de edad.
Con la nueva legislación, los jóvenes a partir de 12 años también podrían solicitar el cambio en el Registro Civil, pero solo bajo algunas condiciones, objeto de agrias discusiones en el gobierno durante los últimos meses.
- "Caballo de Troya en el feminismo" -
Confrontado totalmente por la derecha, el polémico proyecto de ley no solo ha generado tensiones dentro de la coalición, sino que también ha dividido al movimiento feminista.
Para figuras de peso del feminismo español esta ley supone un retroceso en los derechos de las mujeres y podría generar problemas para los jóvenes, una postura que es tachada de "anti-trans" o incluso "tránsfoba" por parte de las defensoras de la inclusión del colectivo.
Con este proyecto de ley, "se está introduciendo un caballo de Troya en el feminismo", estimó Lola Venegas, portavoz de la Alianza Contra el Borrado de las Mujeres, que teme que la autodeterminación de género comporte "un retroceso brutal" de los derechos de las mujeres.
Con este texto, las personas de sexo masculino que cambien de género van a "poder competir en el deporte femenino" o "entrar en prisiones de mujeres", indicó. "No hay que ser feminista para decir que eso es una barbaridad, que uno no se puede diagnosticar", agregó.
A los detractores del texto les preocupa también el derecho a la autodeterminación que contempla la ley para que los menores a partir de 14 años puedan cambiar de género si cuentan con la asistencia en el proceso de sus tutores legales, y desde los 12 con autorización judicial.
Aunque los socialistas presionaron para introducir una enmienda que obligara a extender el aval judicial para los jóvenes de 14 y 15 años, la propuesta acabó siendo rechazada.
- Lucha interna -
Dentro del Partido Socialista, las divisiones fueron aún más profundas, llevando incluso a que la veterana activista Carla Antonelli -la primera mujer trans que ha sido diputada regional en España- sorprendiera en octubre abandonando la formación tras décadas de afiliación.
"El socialismo, si no es valiente, no es socialismo", escribió entonces Antonelli en Facebook, lamentando que sus años de trabajo por la autodeterminación de género hubieran acabado en una "dantesca pesadilla, de transfobia, exclusiones, humillaciones internas y externas".
Para Pablo Simón, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Carlos III de Madrid, estas divisiones tienen "mucho que ver también con una lucha de poder interna, no solo del Partido Socialista, sino dentro del movimiento feminista".
"Es muy probable que si el Ministerio de Igualdad no hubiese sido algo que tiene ahora Podemos, estas feministas no hubieran presentado tantas objeciones", puntualizó.
Estas tensiones no han hecho peligrar, sin embargo, la coalición, ya que a un año de las elecciones generales ambos partidos "han decidido que van a agotar la legislatura juntos", consideró Simón.
(K.Lüdke--BBZ)