Concentración de apoyo al juez que investiga la explosión en el puerto de Beirut
Las familias de las víctimas de la explosión en el puerto de Beirut se concentraron este jueves en la capital libanesa en señal de apoyo al juez independiente Tarek Bitar, procesado por insubordinación por querer seguir investigando la tragedia.
Pese a las presiones a las que está sometido, sobre todo políticas, el juez Bitar decidió el lunes reanudar la investigación de la explosión del 4 de agosto de 2020, que causó más de 215 muertos, y esto desató una verdadera guerra en el aparato de justicia.
Varias oenegés y familias de víctimas acusaron a las autoridades libanesas de poner trabas a la investigación local para evitar inculpaciones. Además, las autoridades se niegan a que se abra una pesquisa internacional.
Este jueves, decenas de familiares de las víctimas se concentraron frente al Palacio de Justicia, portando fotos de sus parientes muertos.
Varios diputados de la oposición se unieron a la sentada, en medio de un importante despliegue de fuerzas de seguridad, observó un corresponsal de la AFP.
"Teníamos nuestras esperanzas puestas en la justicia, pero cayeron las máscaras", afirmó a la AFP Abdo Matta. Este libanés de 54 años perdió a su hijo en la explosión, que arrasó barrios enteros de la capital.
- "Golpe de Estado" -
En un comunicado, el colectivo de las familias de las víctimas denunció "el golpe de Estado político, de seguridad y judicial" que supone, en su opinión, la decisión de procesar al juez Bitar.
El colectivo instó a las autoridades a asumir "la completa responsabilidad de la seguridad del juez", que se siente amenazado, en un país en el que los asesinatos políticos son frecuentes.
El juez se vio obligado a suspender durante 13 meses su investigación, a raíz de las cerca de 40 causas abiertas en su contra y de las presiones de gran parte de la clase política, incluido el poderoso movimiento armado Hezbolá.
El lunes, al decidir reanudar la investigación, el magistrado inculpó a varias personalidades, como el fiscal general Ghassan Oueidate y dos altos responsables de seguridad.
En represalia, el fiscal general decidió procesar al juez Bitar por "rebelión contra la justicia" y "usurpación del poder".
"Sigo estando encargado de la investigación y no renunciaré a este caso. El fiscal no tiene prerrogativas para procesarme", reaccionó el juez Bitar, que rechazó comparecer este jueves por la mañana.
Este pulso judicial amenaza con tapar la investigación de la enorme explosión, provocada porque se habían almacenado sin precaución centenares de toneladas de nitrato de amonio en el puerto de Beirut.
Según el experto en justicia Paul Morcos, la investigación está "rodeada de peligros". "Hay unas presiones políticas enormes que la justicia no puede soportar", afirmó a la AFP.
"Esta batalla puede desembocar en un hundimiento total del poder judicial", declaró a la AFP el diputado de la oposición Samy Gemayel, instando a los libaneses a "defender [el] sistema judicial y la independencia de la justicia frente a una mafia y una milicia armada que destruyen este país", aludiendo -según dijo- a Hezbolá.
El movimiento chiita exige desde hace más de un año que el juez Bitar sea reemplazado y apoyó las decisiones del fiscal general.
Las oenegés Human Rights Watch (HRW) y Amnistía Internacional reclamaron una "comisión de investigación imparcial" y estimaron que está "claro que las autoridades libaneses están decididas a obstruir la justicia".
(B.Hartmann--BBZ)