Berliner Boersenzeitung - "Ahora esperamos a nuestros muertos": enfado en Turquía por la reacción al sismo

EUR -
AED 3.873085
AFN 71.98403
ALL 98.091865
AMD 410.865926
ANG 1.906142
AOA 961.670233
ARS 1051.538092
AUD 1.632295
AWG 1.89276
AZN 1.796773
BAM 1.955638
BBD 2.135523
BDT 126.389518
BGN 1.958718
BHD 0.396967
BIF 3123.440963
BMD 1.054463
BND 1.417882
BOB 7.308394
BRL 6.112667
BSD 1.057612
BTN 88.859931
BWP 14.458801
BYN 3.461213
BYR 20667.465977
BZD 2.131923
CAD 1.486845
CDF 3021.035587
CHF 0.936297
CLF 0.037463
CLP 1028.384713
CNY 7.626405
CNH 7.630566
COP 4744.106555
CRC 538.255361
CUC 1.054463
CUP 27.943258
CVE 110.255856
CZK 25.271148
DJF 188.334381
DKK 7.463529
DOP 63.724715
DZD 140.438353
EGP 51.981689
ERN 15.816938
ETB 128.080678
FJD 2.399904
FKP 0.832305
GBP 0.835681
GEL 2.883997
GGP 0.832305
GHS 16.895599
GIP 0.832305
GMD 74.867216
GNF 9114.244125
GTQ 8.168323
GYD 221.171657
HKD 8.209522
HNL 26.709785
HRK 7.521754
HTG 139.038469
HUF 408.314303
IDR 16764.161957
ILS 3.953817
IMP 0.832305
INR 89.078624
IQD 1385.485097
IRR 44384.968904
ISK 145.147177
JEP 0.832305
JMD 167.96607
JOD 0.747724
JPY 162.71943
KES 136.968641
KGS 91.215016
KHR 4272.645655
KMF 491.985906
KPW 949.015895
KRW 1471.950676
KWD 0.32429
KYD 0.881427
KZT 525.596411
LAK 23240.072622
LBP 94711.445261
LKR 308.984375
LRD 194.603861
LSL 19.241504
LTL 3.113554
LVL 0.637834
LYD 5.165572
MAD 10.544126
MDL 19.217406
MGA 4919.592002
MKD 61.604891
MMK 3424.85323
MNT 3583.063688
MOP 8.480797
MRU 42.220499
MUR 49.781576
MVR 16.291845
MWK 1833.947905
MXN 21.453199
MYR 4.713979
MZN 67.384089
NAD 19.241504
NGN 1756.545202
NIO 38.916773
NOK 11.692976
NPR 142.176209
NZD 1.823932
OMR 0.405466
PAB 1.057612
PEN 4.015067
PGK 4.252647
PHP 61.930171
PKR 293.652946
PLN 4.319842
PYG 8252.315608
QAR 3.85558
RON 4.982551
RSD 116.987298
RUB 105.311966
RWF 1452.579533
SAR 3.960703
SBD 8.847383
SCR 14.594154
SDG 634.2631
SEK 11.576527
SGD 1.416885
SHP 0.832305
SLE 23.83472
SLL 22111.557433
SOS 604.449871
SRD 37.238876
STD 21825.245831
SVC 9.254233
SYP 2649.368641
SZL 19.234405
THB 36.739624
TJS 11.274465
TMT 3.701164
TND 3.336823
TOP 2.469661
TRY 36.293586
TTD 7.181404
TWD 34.245573
TZS 2813.266686
UAH 43.686277
UGX 3881.678079
USD 1.054463
UYU 45.386236
UZS 13537.877258
VES 48.222799
VND 26772.804141
VUV 125.187913
WST 2.943628
XAF 655.902604
XAG 0.034867
XAU 0.000412
XCD 2.849738
XDR 0.796734
XOF 655.902604
XPF 119.331742
YER 263.483869
ZAR 18.164652
ZMK 9491.432086
ZMW 29.037592
ZWL 339.536511
"Ahora esperamos a nuestros muertos": enfado en Turquía por la reacción al sismo
"Ahora esperamos a nuestros muertos": enfado en Turquía por la reacción al sismo / Foto: Zein al Rifai - AFP

"Ahora esperamos a nuestros muertos": enfado en Turquía por la reacción al sismo

Es martes por la tarde y las excavadoras y los perros detectores por fin se pusieron en marcha entre las ruinas de un edificio en Gaziantep, en el sureste de Turquía.

Tamaño del texto:

"Es demasiado tarde. Ahora esperamos a nuestros muertos", comenta, suspirando, una mujer que espera noticias de su tía.

Gaziantep, conocida por sus fabulosos mosaicos, se vio azotada por un poderoso sismo que sacudió Turquía y Siria el pasado lunes y que ya ha dejado más de 8.300 muertos entre los dos países.

Ebru Firat, de 23 años, es consciente de que cada vez hay menos posibilidades de que encuentren viva a su prima, desaparecida bajo los escombros de su vivienda, en Sehitkamil, un suburbio de Gaziantep.

Como le ocurre a los centenares de personas que esperan delante de las ruinas, el dolor se mezcla a veces con la rabia.

"Ya han pasado 36 horas desde el sismo... todo avanza tan lentamente", comenta la joven. "Quiero tener esperanza, pero...".

Cada minuto cuenta a la hora de encontrar a eventuales supervivientes pero, en las horas posteriores a la tragedia, aquí no se acercó ningún rescatista.

Fueron los propios familiares de los desaparecidos, a veces acompañados por policías, los primeros en ponerse a buscar entre los escombros con sus propias manos.

Los primeros socorristas aparecieron por la zona el lunes por la noche, pero a medianoche dejaron de trabajar, explican los familiares, quejándose.

"La gente estaba indignada esta mañana. La policía intervino. Después, nos obligaron a callarnos", cuenta Celal Deniz, de 61 años. Su hermano y sus sobrinos están bajo los escombros.

En medio de un frío glacial, Deniz y sus parientes intentan entrar en calor alrededor de una hoguera, un poco apartados.

"No hay ninguna región a la que no hayan podido llegar los servicios de rescate", había asegurado no obstante el lunes el presidente de la Media Luna Roja, Kerem Kinik, en televisión.

- "Tasa sismo" -

"¡Mentira!", lanza un joven que pide permanecer en el anonimato. "Estamos abandonados".

Una negligencia que hace aflorar preguntas para las que, de momento, no se tiene respuesta.

"No saben lo que está viviendo el pueblo. ¿Dónde están nuestros impuestos recogidos desde el sismo de 1999?", señala Celal Deniz, recordando el terremoto de ese año, que devastó zonas muy pobladas e industrializadas del noroeste del país.

Después de aquel sismo, que causó al menos 17.400 muertos, se estableció un impuesto especial denominado "la tasa sismo".

Los ingresos recabados desde 1999 -estimados en 88.000 millones de libras turcas, es decir, cerca de 4.600 millones de dólares- debían invertirse en la prevención de catástrofes y en el desarrollo de los servicios de rescate.

Pero nadie sabe adónde ha ido a parar ese dinero.

"Hemos ido a ayudar a los lugares que, en un principio, debían estar asistidos por la Media Luna Roja, pero nadie vino", explica Ceren Soylu, miembro de un grupo de voluntarios creado por un pequeño partido nacionalista, el Buen Partido (Iyi).

La ciudad continúa sacudida por violentas réplicas y a los habitantes les falta de todo: las tiendas están cerradas, el gas está cortado -y con él, la calefacción- y encontrar gasolina es toda una hazaña.

Solo permanecen abiertas algunas panaderías, frente a las que se forman largas filas.

Pero los más afectados son los distritos más aislados de la provincia, como Islahiye y Nurdagi, donde centenares de inmuebles se derrumbaron.

"Las carreteras quedaron parcialmente destruidas, es muy difícil suministrar ayuda a esas localidades", explica Gokhan Gungor, un cocinero que se ofreció voluntario para distribuir víveres entre las víctimas.

"La gente está sin agua y sin comida allá", dice.

En Sehitkamil, frente a un edificio, reducido a un amasijo de escombros, el sentimiento de abandono mina todavía más la moral que el frío. Y eso, pese a que muchos de los supervivientes se precipitaron a la calle sin siquiera ponerse los zapatos al ser despertados en plena noche.

(K.Lüdke--BBZ)