Israelíes se manifiestan antes del voto sobre la polémica reforma judicial
Miles de personas se manifestaban este lunes frente al Parlamento israelí en rechazo a un proyecto de reforma judicial que consideran una amenaza a la democracia y que debe ser votada de manera parcial en unas horas.
Centenares de personas se encontraban cerca de la Knéset (parlamento) hacia el mediodía (10h00 GMT) y otras miles seguían acudiendo al lugar con banderas israelíes, según periodistas de la AFP presentes en el lugar.
En algunos carteles se podía leer: "Ministro del crimen" y "Hartos de los corruptos". Un despliegue policial bloqueaba las entradas al edificio.
Los manifestantes gritaban consignas como "¡Israel no es una dictadura!" y "Democracia es diálogo".
La reforma judicial propuesta por el gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu a inicios de enero provoca un fuerte rechazo en la opinión pública, que lo ve como una amenaza a la democracia.
El presidente israelí, Isaac Herzog, que tiene un papel esencialmente protocolario, alertó el domingo sobre las fracturas que el proyecto provoca en la sociedad.
La reforma busca reducir la influencia del poder judicial al introducir una cláusula que permite al Parlamento anular por mayoría simple algunas decisiones del Tribunal Supremo.
Netanyahu lidera una coalición de partidos de derecha, extrema derecha y ultraortodoxos judíos, considerada la más derechista de la historia del país.
- "Ninguna limitación" -
Desde que asumió el poder a finales de diciembre, decenas de miles de personal se manifiestan cada sábado en Tel Aviv en rechazo a la reforma.
El proyecto también propone cambios en el proceso de nombramiento de los jueces del Tribunal Supremo y una reducción de los poderes de los consejeros jurídicos dentro de los ministerios.
"El Estado está en peligro", declaró este lunes a la AFP Dvir Bar, un manifestante de 45 años que llegó a la protesta desde Jolón, en el centro de Israel.
El proyecto "es un intento de golpe de Estado para transformar Israel en dictadura", agregó.
Para Netanyahu y su ministro de justicia, Yariv Levin, la propuesta es necesaria para reequilibrar las relaciones de fuerza entre los diputados y la Corte ante un tribunal que consideran politizado.
Pero para sus detractores, la reforma amenaza el carácter democrático del Estado israelí.
"Sin supervisión de la justicia, el gobierno puede tomar todas las decisiones políticas que desea sin ninguna limitación", denuncia Kovi Skier, un manifestante de 33 años, que llegó desde Givat Shmuel, en el centro del país.
En el norte de Tel Aviv, unas 4.000 padres de alumnos de primaria se manifestaron con sus hijos junto a los profesores.
La policía anunció la detención de ocho activistas que trataron de bloquear el acceso a algunas carreteras y al domicilio de un diputado.
"Cuando los manifestantes tratan de impedir que los diputados vayan a votar a la Knéset, no es una protesta legítima", criticó Netanyahu.
Algunas voces de la derecha rechazan también la reforma, como la exjefa del Shin Beth (servicio de seguridad interior), Yoram Cohen. Es "imposible cambiar la naturaleza del Estado a nivel judicial sin un amplio acuerdo", declaró el lunes en la radio militar.
(S.G.Stein--BBZ)