El foie gras, objeto de una batalla legal en Nueva York
¿Una guerra del foie gras en Nueva York? En la meca de la gastronomía, una inesperada batalla jurídica enfrenta a la ciudad, apoyada por animalistas, y a criadores de patos y restaurantes, respaldados por el rural estado de Nueva York.
Sentada en una mesa con su marido y una pareja de amigos en el 15East@Tocqueville, un restaurante elegante de Manhattan, Karen Frommer está en contra de la prohibición -por el momento teórica- de vender, consumir y poseer foie gras en la megalópolis neoyorquina.
"¡Nunca podremos entendernos con los veganos! Si están tan preocupados por la alimentación forzada de los patos, que vean vídeos de los mataderos de corderos o la cría de pollos", dice a la AFP esta jubilada de 78 años, que descubrió el foie gras en el suroeste de Francia hace medio siglo y no se priva de vez en cuando de comerlo en todas sus formas posibles.
El director del restaurante Marco Moreira, un elegante brasileño de origen italiano, que desde hace 20 años está "maravillado por el gusto y la textura del foie gras", espera que la justicia local decida la suerte de este producto completamente 'made in USA', pues hace tiempo que Francia ha dejado de exportarlo a Estados Unidos.
Siguiendo el ejemplo de California y tras la campaña de organizaciones animalistas, el alcalde progresista de Nueva York de la época, Bill de Blasio, ratificó en noviembre de 2019 una ley municipal que prohíbe vender, servir e incluso poseer foie gras.
Este texto, que prohíbe este producto de "lujo" procedente de la alimentación "forzada" y "cruel" de los patos, debía haber entrado en vigor en noviembre de 2022, tres años después de su adopción.
- El estado contra la ciudad de Nueva York
Pero en septiembre pasado, las dos principales granjas de cría de patos y fabricación de foie gras en el estado -- Hudson Valley Foie Gras Farm y La Belle Farm -- lograron que la corte suprema local suspendiera el decreto municipal que lo prohíbe.
Restaurantes y criadores también consiguieron a fines de 2022 el apoyo del departamento de Agricultura y de Mercados de Alimentación del estado de Nueva York, que pone en duda la legalidad de la decisión municipal.
La municipalidad contraatacó en los tribunales en enero. El equipo del alcalde demócrata, Eric Adams, que hace alarde de su veganismo, no respondió a la AFP.
El criador y productor Marcus Henley está convencido de su derecho.
Con su aspecto de viejo rockero, el vicepresidente de Hudson Valley Foie Gras Farm lleva a la AFP por su inmensa explotación de patos y de pollos en Ferndale, un lugar remoto y frío, a dos horas al noroeste de Nueva York.
Con sus 320 empleados, la mayoría latinoamericanos, que alimentan, sacrifican y vacían a los animales para extraerles sus hígados, Henley dice que su volumen anual de negocio asciende a 25 millones de dólares.
Si se aplicara la prohibición, perdería un cuarto del negocio, asegura.
- "Antropomorfismo" -
"Siempre hay preocupación (...) pero no se puede votar una ley local que tenga un impacto negativo en las explotaciones de un distrito agrícola homologado por el estado", dice Hanley, de 66 años, mientras muestra las decenas de miles de patos colocados en batería y en jaulas, de su explotación.
En el inmenso hangar del que se desprende un fuerte olor, los patos son alimentados a partir de los tres meses con máquinas de comprensión armadas de tubos en plástico que les envían directamente al buche el cereal mezclado con agua.
Ante esta práctica cada vez más criticada en Europa y Estados Unidos, Marcus Henley asegura que "los animales no sufren", pues el buche tiene una función natural de almacenaje.
"Es fácil hacer antropomorfismo", se defiende este científico de formación, para quien "los animales y las personas son diferentes".
Lo que refuta Bryan Pease, abogado de la asociación "Voters for Animal Rights" que está detrás de la ley neoyorquina.
"La gran mayoría de las personas piensa que todos los animales merecen ser tratados con humanidad, incluso los que se crían para la alimentación. Es por ello que cada vez hay más leyes contra las prácticas crueles de la cría", asegura este jurista a la AFP, convencido de que el foie gras será finalmente prohibido en Nueva York en "unos meses".
(G.Gruner--BBZ)