La Iglesia anglicana critica el plan del Reino Unido de enviar refugiados a Ruanda
Los jefes espirituales de la Iglesia de Inglaterra criticaron abiertamente este domingo el controvertido acuerdo entre el gobierno de Boris Johnson y Kigali para enviar a Ruanda a los solicitantes de asilo llegados ilegalmente a Reino Unido.
Este acuerdo anunciado durante la semana recibió críticas de organizaciones de derechos humanos e incluso por parte de la ONU.
Su objetivo es disuadir las peligrosas travesías de La Mancha, cada vez más numerosas pese a las promesas tras el Brexit de mejor controlar las fronteras.
En su sermón de Pascua, el arzobispo de Canterbury Justin Welby dijo que enviar a solicitantes de asilo al extranjero planteaba "graves problemas éticos".
"El principio debe soportar el juicio de Dios y no lo hace", dijo Welby.
El clérigo afirmó que un país como el Reino Unido, conformado sobre la base de valores cristianos no puede "subcontratar sus responsabilidades, incluso hacia un país como Ruanda que tiene buenas intenciones".
"Esto es lo opuesto a la naturaleza de Dios", afirmó.
Por su lado el arzobispo de York, Stephen Cottrell, consideró "deprimente y desolador" que "los solicitantes de asilo que huyen de la guerra, la hambruna y la opresión no sean tratados con la dignidad y la compasión que merece cada ser humano"
- Presiones migratorias sin precedentes -
El primer ministro, Boris Johnson, ya había sugerido que su propuesta podría enfrentarse a impugnaciones legales.
Pero el ministerio de Interior, que está a cargo de implementar la política, argumentó que el sistema actual del Reino Unido "está roto" frente a las presiones migratorias "sin precedentes".
Un portavoz del ministerio subrayó los "cambios necesarios para impedir que los infames traficantes pongan en peligro la vida de la gente, y para reparar nuestro sistema de asilo que está roto"
Unas 28.500 personas han atravesado la Mancha en pequeñas embarcaciones en 2021 --un año marcado por un naufragio que causó al menos 27 muertos-- contra 8.466 el año precedente. Este año ya son más de 6.000.
Ruanda recibirá en un primer momento 120 millones de libras (157 millones, 144 millones de euros) para acoger a demandantes de asilo y migrantes y darles una vía legal para la residencia".
Pero el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) criticó el plan como una "atroz violación a la ley internacional".
Para Tahsin Tarek, un vidriero de 25 años de Erbil, capital del Kurdistán en Irak, que ahorra para financiar un nuevo viaje a Europa, el anuncio de Londres cambia las cosas.
"Voy a pensar en otro país" declaró a la AFP el sábado el joven, para quien "vivir aquí, y soportar las dificultades aquí es mejor que vivir en Ruanda".
"No creo nadie vaya aceptar la idea de ir a vivir allá. Si dan la elección a los refugiados entre hacerse expulsar a Ruanda o a su país, elegirán su propio país".
(H.Schneide--BBZ)