Johnson en el Golfo entre temores a una crisis energética por guerra en Ucrania
El primer ministro británico, Boris Johnson, se reunió este miércoles con los líderes de Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, con la esperanza de convencerles de aumentar la producción de crudo para frenar la subida de precios provocada por la invasión rusa a Ucrania.
En Riad, se reunió con el líder de facto saudita, el príncipe heredero Mohamed bin Salmán. Los dos líderes discutieron "asuntos internacionales de interés común, incluyendo los acontecimientos en Ucrania", según un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores saudita, que no dio más detalles.
Aunque acogió con satisfacción un "diálogo muy productivo" con el príncipe saudita sobre el aumento de la producción, Johnson no anunció ningún acuerdo concreto. "Creo que hay que hablar con los sauditas sobre esto", dijo a los medios de comunicación británicos tras su visita.
La visita de Johnson al Golfo se produce en un contexto de fuerte volatilidad de los precios del petróleo, que llegaron a rozar los 140 dólares el barril antes de retroceder ligeramente por debajo de los 100. También se trata de reducir la dependencia de Occidente del petróleo y gas rusos.
- Necesidad de independencia -
"Cuando miramos la dependencia que Occidente en particular ha desarrollado sobre los hidrocarburos de (el presidente ruso, Vladimir) Putin, sobre el petróleo y gas de Putin, podemos ver el error que eso ha sido porque él puede chantajear a Occidente", declaró Johnson ante la prensa.
"Necesitamos independencia", insistió antes de su salida de Abu Dabi, donde sostuvo conversaciones con el príncipe heredero Mohamed bin Zayed.
Rusia es el mayor productor mundial de gas y el segundo mayor productor de petróleo, superado solo por Arabia Saudita.
El viaje de Johnson a Arabia Saudita ha sido criticado, sin embargo, por el deficiente historial de derechos humanos del reino, especialmente tras la ejecución de 81 hombres en un solo día el sábado.
El primer ministro británico es además uno de los pocos gobernantes occidentales en visitar Riad desde el asesinato del periodista saudita Jamal Khashoggi, en 2018, en el consulado de su país en Estambul, del que la CIA responsabilizó a Mohamed bin Salmán.
Ante las críticas, Johnson prometió plantear el tema de los derechos humanos con el príncipe Mohamed, pero destacó también la "relación muy importante" de Londres con los países del Golfo.
- Socios clave -
Arabia Saudita y Emiratos, dos de los mayores exportadores mundiales de petróleo y que tienen vínculos tanto con Moscú como con los occidentales, han evitado tomar posición contra Rusia.
Asegurando que "el impacto" del ataque "brutal y no provocado" de Rusia contra Ucrania se sentirá más allá de Europa, Johnson dijo en un comunicado que quería construir una "coalición internacional" para hacer frente a esta "nueva realidad".
"Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos son socios internacionales clave en ese esfuerzo", había señalado.
Aseguró que a medida que las sanciones occidentales empiecen a surtir efecto, se necesitará una nueva coalición internacional para evitar que impacten en los consumidores, ya afectados por el creciente costo de la vida.
"Trabajaremos con ellos para garantizar la seguridad regional, apoyo para el esfuerzo de socorro humanitario y la estabilización a largo plazo de los mercados energéticos mundiales", agregó.
Pero Torbjorn Soltvedt, analista de Verisk Maplecroft, dijo a la AFP que será difícil que Johnson logre cambiar la política petrolera saudita.
"Arabia Saudita ha sido renuente hasta ahora a desviarse del actual marco de la OPEP+, que contempla pequeños aumentos mensuales en la producción", explicó.
Consideró que Emiratos "podría estar un poco más anuente a abrir las llaves".
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(S.G.Stein--BBZ)