El periodismo da pelea conforme aumentan los "desiertos informativos" en EEUU
Matti Gellman, reportera del Baltimore Banner, es la primera en lanzar preguntas durante una reciente conferencia de prensa con el gobernador del estado de Maryland y el famoso chef Jose Andrés en una granja urbana.
Con una libreta bajo el brazo y una gorra con el logo de su medio, Gellman está iniciando su carrera como periodista en una época en que el periodismo en Estados Unidos pierde peso, al punto de que algunos lo consideran una profesión en "extinción".
Ella y sus colegas están a la vanguardia de una batalla contracorriente en la que buscan formas innovadoras de sostener el periodismo local.
"Somos, esencialmente, una start-up (empresa emergente)", dice la periodista de 26 años.
"Me siento realmente inspirada por el hecho de que Banner lo constituyó gente desilusionada con la profesión, y que ahora busca crear algo diferente".
Se trata de un optimismo difícil de encontrar dentro del sombrío panorama mediático estadounidense, que a menudo se caracteriza por despidos masivos, falta de recursos y vacíos informativos.
Un estudio del año pasado de la Universidad Northwestern identificó 204 condados, de unos 3.000 que hay en Estados Unidos, como "desiertos informativos" que "no tienen periódicos, sitios web locales, sedes de radio pública".
Banner es un sitio web sin ánimo de lucro lanzado en 2022 para desafiar al Baltimore Sun, el único periódico que queda en la ciudad.
"La gente necesita estar informada", dice a la AFP entre el ruido de la sala de redacción la editora jefe de Banner, Andrea McDaniels.
- Es 'peligroso' -
Desde hace más de dos décadas, cuando internet acaparó el modelo de negocio de los periódicos basado en la publicidad y las noticias impresas, la industria se ha mantenido en crisis.
Incluso los titanes del periodismo estadounidense han sido afectados.
Medios nacionales como The Washington Post o Los Angeles Times despidieron a cientos de empleados solo durante 2023, mientras portales como BuzzFeed News o Vice.com tuvieron que cerrar del todo.
Pero es en el plano local donde las noticias han desaparecido de manera más grave, con periódicos esfumándose a un ritmo de dos por semana, según el informe State of Local News, de la Northwestern.
El estado de la industria es "peligroso", dice la profesora y experiodista Penny Abernathy, quien lideró el estudio.
"Perdimos más de un tercio de nuestros periódicos durante los últimos 18 años y casi dos tercios de nuestros periodistas" de este tipo de medios desde 2005, añade.
Cerca de la mitad de los condados de Estados Unidos cuentan con una sola fuente de información, afirma el reporte, y a menudo esta es un semanario. Un total de 228 condados integran una "lista de vigilancia" debido al alto riesgo de perder incluso esa manera de informarse.
Los expertos dicen que el impacto ha sido significativo.
"Todos vivimos nuestras vidas localmente", dice Ellen Clegg, quien cofundo en Massachusetts el BrooklineNews, otro medio local sin ánimo de lucro.
"Aquí es donde votamos, donde criamos y educamos a nuestros hijos", sigue, y advierte que cuando no se informa sobre los asuntos locales, el resultado es "la nacionalización de las noticias, que llega para llenar ese vacío".
- Energía e innovación -
Eso se traduce en más cadenas nacionales Fox News, más CNN, más Trump y más Biden. En áreas sin un acceso sólido a la banda ancha, además significa que la gente depende de sus teléfonos y que su principal fuente de información son las redes sociales.
El efecto es de polarización local y nacional, dice Clegg.
Un ejemplo son las reuniones escolares: en vez de preguntar por qué la propuesta de una nueva escuela secundaria supera el presupuesto, o por qué los puntajes en los exámenes de matemáticas son bajos, los padres están "gritando sobre la teoría crítica de la raza o (...) asuntos transgénero".
Las consecuencias también se pueden ver en las urnas, dice Abernathy.
Cuando las noticias son todas nacionales, la política también lo es. "Esto alimenta esta división política", explica.
En todo caso, organizaciones sin fines de lucro como Banner no son una flor solitaria en el pantano.
Este mes, el estado de Nueva York aprobó créditos para organizaciones de noticias locales, algo nuevo en un país donde históricamente se ha visto con sospecha la financiación pública del periodismo.
Entre tanto, los estudios demuestran que las audiencias rurales aún están dispuestas a pagar por productos como eventos, membresías o boletines informativos por correo electrónico, incluso en una era de noticias gratuitas.
De vuelta a Banner, la importancia de su misión quedó subrayada recientemente luego de que un buque portacontenedores se estrellara contra un puente neurálgico de Baltimore, y que colapsó en segundos.
La sala de redacción de Banner entró en acción y fue elogiada por su cobertura del desastre.
La continuidad de su periodismo depende de la financiación, actualmente basada en suscripciones y donaciones.
Bob Cohn, su CEO, tiene esperanzas.
"Parece que hay una especie de grado de energía e innovación en este espacio que está dejando ver la profundidad del problema", dice.
(G.Gruner--BBZ)