Víctimas de violencias cuentan con espacio de ayuda en 'fan zone' olímpica en París
"Si ha sido testigo o víctima de violencias, pregunte en la 'safe place'". Charlotte Guiomar se dirige a algunas de los centenares de personas reunidas en la plaza del Ayuntamiento de París, convertida en zona de aficionados durante los Juegos Olímpicos.
La voluntaria de la asociación feminista 'En avant toute(s)' presenta a los espectadores la 'safe place', o zona refugio, accesible en las horas de apertura de la zona de aficionados y cuya misión es "proteger la palabra de las víctimas".
A unos metros de los talleres de iniciación deportiva y de las pantallas gigantes, un panel con fondo rosa indica la presencia de este espacio "destinado a las víctimas de violencias sexistas y sexuales", surgido de la colaboración entre el Ayuntamiento de París, el Centro de Información de los derechos de las mujeres y las familias, y las asociaciones 'En avant toute(s)' y 'Elle's Imagine'nt'.
- "Una respuesta adaptada" -
El objetivo del lugar pasa por "asegurar que ninguna víctima se queda sin respuesta adaptada", resume Hélène Bidard, adjunta a la alcaldía de París encargada de la igualdad hombres-mujeres e impulsora del proyecto.
El local, una construcción prefabricada y rectangular de una decena de metros cuadrados, cuenta con dos sillones y una planta por todo mobiliario. Pero ofrece variados folletos de información para ayuda a las víctimas.
"A menudo hay mucha gente en los espacios festivos o deportivos, y algunos pueden aprovechar un momento de celebración o una victoria para invadir los límites de su vecino o vecina", explica Anaïs Tuyau, que trabaja para el colectivo 'En avant toute(s)'.
"Hay una competición con equipos en la que se anima, mucha gente internacional, calor... todo ello compone una amalgama de factores que nos hacen darnos cuenta de que era una necesidad real proveerse de un lugar como éste", prosigue.
- "Quitamiedos" -
En la plaza del Ayuntamiento la iniciativa ha tenido buena acogida entre numerosos espectadores.
"Me digo que hay un quitamiedos, o al menos un lugar tranquilo donde conversar si ocurriese algo, lo que no se puede descartar porque algunas personas no saben comportarse correctamente con la euforia de las competiciones", opina Dina Assem, de 39 años.
"Como turista, a menudo es intimidante ir a ver a la policía extranjera para denunciar un acoso sexista o sexual, porque nos preguntamos si la lengua será una barrera o si los policías nos tomarán en serio", añade por su parte Radwa Basseouny, de 56 años, que llegó a la capital francesa procedente de Egipto para los Juegos.
Aunque destaca la importancia de una zona así en un marco festivo donde "el fervor de los aficionados puede estar asociado al consumo de alcohol", Raphaël Navarro, de 32 años, estima que es momento de "sensibilizar a las altas esferas del deporte".
"Está claro que siempre hay abusos de poder, como el año pasado con el beso forzado a la futbolista española Jenni Hermoso por el antiguo presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales", recuerda este educador.
- Seis personas atendidas -
Desde la ceremonia de apertura el 26 de julio, el espacio ha atendido a seis personas víctimas de violencias o acoso sexual.
"Algunas mujeres víctimas de violencias conyugales han podido venir a vernos utilizando el pretexto de acudir a la zona de aficionados, y poner en marcha un acompañamiento que no hubiesen pedido necesariamente en otras circunstancias", subraya Estelle Chataignier, encargada de prevención para 'En avant toute(s)'.
Algo que ya de por sí supone un "éxito" para la asociación, que reafirma la necesidad de tales lugares de acogida y de escucha, incluso en una zona de aficionados eminentemente familiar.
Otros puntos de refugio fueron instalados en diferentes lugares de París. Todas ellas son de acceso gratuito, hasta el 8 de septiembre, fecha de la ceremonia de clausura de los Juegos Paralímpicos.
(P.Werner--BBZ)