Argentinos bajo el pulso del dólar
Para comprar un terreno, un auto o alquilar una casa, los argentinos hacen sus cuentas en dólares traumatizados por crisis económicas recurrentes y atormentados por la inflación que carcome los bolsillos y se proyecta por encima del 60% para este año.
"Vivir pendientes del dólar es un karma que vamos a tener para siempre. Los argentinos somos verdes", ironizó Marcela Leirón, una comerciante de 56 años resignada a la "dólardependencia por culpa del mamarracho económico que ningún gobierno pudo arreglar".
En el contexto del control de cambios vigente desde 2019, conviven junto a la cotización oficial otras tasas -'blue', 'social', 'puré', 'contado con liqui'- producto del ingenio popular o de sofisticadas operaciones financieras para acceder a las divisas en un país que las suelta a cuentagotas.
Este martes el 'blue', que se compra en el mercado negro, alcanzó un nuevo máximo a 236 pesos por dólar frente al 'oficial' a 130 pesos, en medio de expectativas de devaluación, remarcaciones de precios y en coincidencia con el pago de aguinaldos a los asalariados que recurren al dólar como resguardo frente a la inflación.
"En Argentina el dólar siempre es noticia", señaló a la AFP el economista Andrés Wainer. "En sociedades bimonetarias como la argentina, donde el dólar es referencia y reserva de valor, la gente ahorra en dólares, la demanda es constante", explicó.
- Todo en 'verdes' -
Marcela no tiene idea de cuánto vale su casa en pesos. Como todos los argentinos sólo conoce su precio en dólares. El mercado inmobiliario se mueve en 'verdes' desde la última dictadura (1976-1983).
"Mientras haya esta inflación, es obvio manejarse en dólares. No tenemos una moneda fuerte y una inflación controlada como lo han logrado Chile o Israel", dijo a la AFP Alejandro Bennazar, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina.
La inflación acumuló 29,3% ente enero y mayo y fue de 60,7% para el periodo mayo 2021-mayo 2022, de las más altas del mundo.
Así como los tipos de cambio tienen sus propios nombres, los cambistas también. 'Arbolito' se refiere a la persona que a viva voz ofrece comprar o vender dólares en las calles peatonales del centro de Buenos Aires; 'cueva' el local donde se realiza la transacción.
En la particular visión de un 'arbolito', su trabajo "es un servicio a la comunidad porque a la gente le rinde más cambiar en las cuevas que en los bancos. Es parte de la normalidad del país", sostuvo.
Marcela compra "como hormiguita, de a 20 o 50 dólares por mes, lo que pueda". Y a la pregunta sobre si ahorraría en pesos responde enfática: "¡Jamás!".
"El argentino ahorra en dólares y cuando llega una crisis, vende. Nunca va a recuperar la confianza en el peso", afirma otro 'arbolito' con una década en el negocio.
El control cambiario permite la compra de hasta 200 dólares al mes a la cotización oficial, pero complejos requisitos hacen que la mayoría recurra al mercado informal.
Para importar se necesita la autorización del Banco Central, que esta semana puso nuevas condiciones en un intento por limitar el uso de sus escasas reservas a los bienes esenciales.
Las reservas internacionales brutas terminaron en mayo en 41.561 millones de dólares. El lunes se ubicaron en 38.100 millones.
Pero las reservas netas -al descontar por ejemplo los encajes bancarios- son inferiores, según los analistas, y el escenario será peor en la segunda mitad del año.
"Habrá menos dólares porque termina la liquidación de divisas por las exportaciones del campo y están aumentando las importaciones de energía", indicó Wainer.
- ¿Derecho? -
El dólar es un tema de alta sensibilidad en Argentina. En 2019 la reimposición de restricciones cambiarias tras más de tres años de libre mercado de divisas provocó malhumor social y algunos salieron a la calle a protestar.
"Que la compra de dólares sea vista como un derecho que no puede ser negado por ningún gobierno es una discusión nueva", dijo a la AFP Mariana Luzzi, socióloga investigadora del Conicet y coautora del libro 'El dólar, historia de una moneda argentina (1930-2019)'.
"Los argentinos sabemos que si el dólar sube, anuncia dificultades: se va a traducir en aumentos de precios pero más profundamente nos indica que hay algo importante de la situación económica que el gobierno de turno no logra controlar", señaló.
(T.Burkhard--BBZ)