Gobierno de Panamá y organizaciones buscarán nuevo acuerdo en medio de protestas
El gobierno de Panamá y organizaciones populares preparaban este martes una nueva ronda de conversaciones para poner fin a las protestas por el incremento del costo de la vida, en medio de choques entre manifestantes y policías.
Representantes de las asociaciones que lideran las protestas se reunieron en un centro católico de Penonomé, provincia de Coclé, 150 kilómetros al suroeste de Ciudad de Panamá, para unificar los temas a discutir con el gobierno.
La reunión es para que "ellos puedan ponerse de acuerdo" en una agenda común, señaló el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa. Los representantes del gobierno se unirán el miércoles a las negociaciones.
El objetivo es "encontrar las verdaderas soluciones para nuestros hermanos más necesitados", agregó el líder de la Iglesia católica panameña, mediadora en el diálogo.
El gobierno panameño anunció que participará en una "mesa única de diálogo" para "promover la paz social y el bien común".
-Disturbios-
Mientras ello ocurría, en Santiago de Veraguas, 250 kilómetros al suroeste de la capital panameña, se desataron enfrentamientos entre manifestantes y policías que trataban de liberar un tramo de la carretera Panamericana, vía que une al país con el continente y ruta clave para el transporte y comercio.
Los agentes utilizaron gas lacrimógeno para reprimir a los manifestantes, que recibieron a los agentes lanzando piedras y objetos contundentes.
Tras varias horas de enfrentamientos, la Policía logró desbloquear momentáneamente la carretera, cerrada por los manifestantes desde hace más de una semana, lo que provocó que autos y camiones con mercancías quedaran varados.
"Estamos en pie de guerra total. El gobierno nos lanzó con la fuerzas de control de multitudes un bombardeo brutal de gas lacrimógeno por dos horas. Tuvimos que dispersarnos pero nos mantenemos en lucha" dijo a la AFP vía telefónica Eduardo Cortés, quien participa de las manifestaciones en Santiago de Veraguas.
El arzobispo Ulloa lamentó los hechos y advirtió que pueden arruinar los acercamientos "para lograr la armonía y la unión entre todos los panameños".
"La Iglesia católica siempre ha repudiado la violencia y la represión, máxime cuando estamos iniciando este proceso de diálogo para tratar de construir un Panamá mejor", señaló Ulloa.
También se realizaron protestas y cierres momentáneos de calles en Ciudad de Panamá.
-Corredores humanitarios-
En la provincia occidental de Chiriquí, el mayor productor de frutas, alimentos y vegetales del país, los manifestantes permitieron "corredores humanitarios" para dejar pasar autos y camiones de manera temporal.
Al otro extremo del país, en Darién, se reportaron dificultades en el abastecimiento de combustible para las plantas generadoras de energía.
Desde hace más de dos semanas, grupos de manifestantes protestan y bloquean carreteras para exigir al gobierno de Laurentino Cortizo medidas para bajar la inflación y combatir la corrupción, en la mayor crisis social desde la invasión de Estados Unidos en 1989.
La convocatoria a diálogo agrupa a la Alianza Nacional del Pueblo Organizado (Anadepo) -que aglutina a la mayoría de organizaciones convocantes de las protestas- a la llamada Alianza Pueblo Unido por la Vida y a representantes de comunidades indígenas.
Acuerdos previos entre el gobierno y algunas de esas organizaciones fueron desconocidos por los manifestantes pocas horas después de suscritos al considerarlos insuficientes y excluyentes. Finalmente se optó por una sola mesa de diálogo.
En el acuerdo previo el gobierno rebajó el galón (3,78 litros) de combustible a 3,25 dólares, medida que rige desde este lunes. La gasolina llegó a superar los 5,20 dólares por galón en junio. Una primera rebaja a 3,95 dólares fue rechazada por los gremios.
-Escasez de alimentos-
Las protestas han generado desabastecimiento y pérdidas millonarias. "El balance de pérdidas es de casi 500 millones de dólares" en unos diez días, según Alicia Jiménez, presidenta de la Federación de Cámaras de Comercio de Panamá.
El jubilado panameño César Ríos contó a la AFP que no encontró legumbres en el supermercado. Pero se resigna: "Tenemos que sufrir todos para mejorar las condiciones de este país porque la política ha acabado con muchos progresos que el pueblo ha podido tener".
Por otro lado, el arquitecto Antonio Pérez relató que de todas las verduras que fue a buscar solo encontró tomates.
"Sería conveniente que la gente que está cerrando las calles abra un canal humanitario" a los camiones "para que vegetales y frutas no se pierdan", dijo Pérez.
(F.Schuster--BBZ)