Autoridades en EEUU llaman a eliminar trabas para atención de hepatitis C
La mayoría de las personas que padecen hepatitis C en Estados Unidos no reciben atención, aunque desde hace casi una década hay tratamientos seguros y efectivos contra esta peligrosa enfermedad, advirtieron el martes autoridades sanitarias estadounidenses.
Por eso, llamaron a las compañías de seguros de salud y a otros actores del sector a eliminar las trabas, por ejemplo, administrativas, que complican el acceso a medicación que salva vidas.
En total, menos de una de cada tres personas con seguro médico recibe tratamiento para la hepatitis C en Estados Unidos en el plazo de un año desde su diagnóstico, según un informe de los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC), la principal agencia de salud pública estadounidense.
El tratamiento antiviral consiste en tomar pastillas por vía oral durante algunas semanas.
"Casi de la noche a la mañana, la hepatitis C pasó de ser una infección crónica mortal de por vida a algo que se cura fácilmente con medicamentos", dijo Jonathan Mermin, del CDC.
Pero el precio inicial de los tratamientos llevó a muchas aseguradoras a crear "barreras" para la atención, explicó, y en ocasiones esto se ha mantenido a pesar de que el costo ha bajado mucho en los últimos años.
Mermin dijo que estas restricciones pueden incluir requisitos como tener daño hepático para comenzar el tratamiento, o no haber consumido drogas o alcohol durante meses. También puede haber exigencias burocráticas, como que lo disponga un médico especialista o que el médico tenga autorización previa del seguro de salud.
Pero "ninguna barrera, incluidos los trámites o el lucro, debe impedir el acceso a tratamientos que salvan vidas", insistió Mermin.
La hepatitis C, contra la que no existe vacuna, se transmite principalmente por la sangre, y las mayores tasas de contagio se registran en personas menores de 40 años.
El modo más común de infección es a través del consumo de drogas inyectables. Por lo tanto, los funcionarios de salud están pidiendo programas gratuitos que permitan intercambiar jeringas usadas por otras limpias.
Si no se trata, la hepatitis C puede volverse crónica con complicaciones graves, a veces durante décadas, como cirrosis o cáncer de hígado.
En 2019, la hepatitis C contribuyó a la muerte de unas 14.000 personas en Estados Unidos (290.000 personas en todo el mundo). Y el número de nuevos contagios va en aumento en el país: ahora ronda los 60.000 por año, cuatro veces más que hace diez años.
Las autoridades sanitarias estiman que casi el 40% de las personas infectadas en Estados Unidos no saben que lo están.
El CDC recomienda que todos se hagan la prueba al menos una vez en la vida y que aquellos en riesgo lo hagan con regularidad.
(B.Hartmann--BBZ)