Las rapaces europeas, envenenadas por el plomo de los perdigones (estudio)
La población de aves rapaces en Europa es inferior en unos 55.000 ejemplares a lo que debería ser debido a la contaminación de su alimentación por el plomo contenido en la munición de los cazadores, según un estudio publicado el miércoles.
Dirigido por investigadores de la Universidad de Cambridge, este estudio se presenta como el primero en calcular el impacto de este envenenamiento en toda Europa.
Los científicos analizaron datos recopilados desde los años 1970 sobre la concentración de plomo en los hígados de 3.000 rapaces de 22 especies encontradas muertas o moribundas en 13 países europeos (Reino Unido, España, Portugal, Francia, Alemania, Italia, Austria, Hungría, Polonia, Suecia, Dinamarca, Suiza y Grecia).
Los investigadores calculan que, en el caso de diez de estas especies, la contaminación de sus presas por el plomo de las municiones supone una reducción de 55.000 aves adultas en el cielo europeo respecto al número que habría si esto no sucediera.
Los modelos indican que su población es un 6% menor de lo que sería sin los efectos de este envenenamiento, que produce una muerte "lenta y dolorosa" a las aves afectadas.
Así, la población de águilas de cola blanca es un 14% menor de lo que sería sin más de un siglo de exposición al plomo, y las de águilas reales y buitres leonados son un 13% y un 12% menores respectivamente. La reducción es de un 3% en aves comunes como el milano real o el aguilucho lagunero.
La población de aguiluchos comunes es un 1,5% inferior, pero este pequeño porcentaje corresponde a 22.000 aves, ya que esta especie está muy extendida.
Los investigadores observaron una correlación entre la densidad de cazadores en una zona y el número de rapaces envenenadas.
Y "el hecho de que no se haya encontrado ninguna rapaz envenenada con plomo en Dinamarca después de que el país prohibiera la munición de plomo en 1996 indica que el plomo que está en la raíz del problema procede de la munición de los cazadores", dijo a la AFP el profesor Rhys Green, autor principal del estudio.
"El sufrimiento y las muertes evitables de muchas rapaces por envenenamiento con plomo deberían ser suficientes para exigir el uso de alternativas que no sean tóxicas", señaló Debbie Pain, coautora del estudio, subrayando la urgencia de actuar.
Según el informe, la caza disemina unas 14.000 toneladas de plomo al año en la Unión Europea.
Un estudio similar sobre el impacto de los perdigones de plomo en las águilas calvas y doradas de Estados Unidos, publicado en la revista Science en febrero, descubrió niveles de envenenamiento similarmente elevados.
(Y.Berger--BBZ)