Perturbadora exposición de Roger Ballen sobre los estragos humanos en la naturaleza
Con imágenes como la de una leona erguida sobre un cazador aparentemente muerto, Roger Ballen expone su visión de los estragos provocados por el ser humano en la naturaleza, en una instalación que se inaugurará la próxima semana en Johannesburgo.
El neoyorquino de 72 años, afincado en Sudáfrica desde hace cuarenta, es conocido por obras que exploran un universo en el límite de lo extraño y lo grotesco.
En esta exposición, afirma que busca indagar en la relación "antagónica" entre el hombre y la naturaleza y en especial sobre los daños ocasionados a la fauna africana.
Ballen, fotógrafo y artista, presenta montajes de maniquíes con rostros torturados que se entremezclan con animales disecados.
"Si consideramos la historia de la humanidad, esta no ha sido más que la destrucción de la naturaleza, la destrucción de la vida salvaje", afirmó en una entrevista con la AFP.
Según el Fondo Mundial para la Naturaleza, (WWF por sus siglas en inglés), el número de animales que viven en estado salvaje en el continente africano ha caído en un 66% desde 1970.
Desde el rinoceronte al pangolín, numerosas especies están bajo amenaza.
La exposición arranca con la "Edad de oro" de la caza en África, a partir del siglo XIX. Este fue el momento en el que el problema comenzó, afirma Ballen.
Una foto muestra el gigantesco safari organizado en 1909 por el entonces presidente estadounidense Theodore Roosevelt, en la cual fueron abatidos más de 11.000 animales con el fin de ser catalogados.
- "Flores, whisky y amor" -
En la muestra hay cabezas de animales, huesos humanos y marionetas que proyectan una imagen inquietante.
"Son trozos del mundo que nos rodea tal y como yo lo veo", explica el artista.
"El mundo no es sólo flores, whisky y amor (...), la vida está hecha de cosas positivas y negativas", afirma.
Ballen, un hombre de contextura espigada, vestido de negro, defiende su opción de adentrarse en territorios sombríos y perturbadores.
Con esta exposición, titulada "End Of The Game", aborda la cuestión del impacto de los humanos en la naturaleza desde un punto de vista "estético" y "documental".
Pero su objetivo es "interpelar psicológicamente" y "dejar una marca profunda" en el espectador.
Casi a la entrada de la sala, un hombre vestido con una piel de león, con la cabeza cubierta por el hocico amenazante de la bestia, sostiene en cada mano cajas de las que salen cabezas de hombres que aúllan.
"Esto no es como ver una nube o algo en Instagram que vas a olvidar inmediatamente", advierte Ballen.
"Si uno puede crear un impacto psicológico, entonces tiene la oportunidad de dejar una huella", agrega.
Este es un tema recurrente en su carrera como fotógrafo, un repertorio que incluye retratos de sudafricanos blancos con taras congénitas en 1994, cuando el país salía del yugo del apartheid y celebraba sus primeras elecciones democráticas.
La exposición actual se realiza en la galería "Inside Out Centre for the Arts" que acaba de ser inaugurada en un barrio acomodado de Johannesburgo.
Un espacio que busca crear una parada de reflexión para los turistas que atraviesan esta megápolis de camino a los safaris.
(U.Gruber--BBZ)