Berliner Boersenzeitung - Auge y caída del mayor simio de todos los tiempos

EUR -
AED 3.766641
AFN 73.23806
ALL 98.213989
AMD 412.332779
ANG 1.856297
AOA 935.240708
ARS 1062.018763
AUD 1.66908
AWG 1.848433
AZN 1.747392
BAM 1.955481
BBD 2.079661
BDT 125.649516
BGN 1.955987
BHD 0.386137
BIF 3046.903275
BMD 1.025483
BND 1.40867
BOB 7.11684
BRL 6.280229
BSD 1.030032
BTN 88.642549
BWP 14.496637
BYN 3.37075
BYR 20099.463259
BZD 2.068963
CAD 1.479356
CDF 2943.136063
CHF 0.93984
CLF 0.037515
CLP 1035.163783
CNY 7.519562
CNH 7.551092
COP 4459.872923
CRC 519.91524
CUC 1.025483
CUP 27.175295
CVE 110.247027
CZK 25.104029
DJF 183.420098
DKK 7.46716
DOP 63.229692
DZD 139.334285
EGP 51.791557
ERN 15.382242
ETB 129.247629
FJD 2.398301
FKP 0.812164
GBP 0.840274
GEL 2.89703
GGP 0.812164
GHS 15.192523
GIP 0.812164
GMD 73.325971
GNF 8906.547999
GTQ 7.948704
GYD 215.494869
HKD 7.985999
HNL 26.19473
HRK 7.355692
HTG 134.558063
HUF 413.751951
IDR 16732.956986
ILS 3.785027
IMP 0.812164
INR 88.392009
IQD 1349.280032
IRR 43160.012072
ISK 144.839589
JEP 0.812164
JMD 161.513669
JOD 0.727482
JPY 161.772006
KES 133.328264
KGS 89.217365
KHR 4163.321269
KMF 490.232455
KPW 922.933964
KRW 1511.689901
KWD 0.316366
KYD 0.85836
KZT 543.59138
LAK 22474.336092
LBP 92236.063097
LKR 303.410536
LRD 192.6086
LSL 19.575809
LTL 3.027985
LVL 0.620305
LYD 5.09117
MAD 10.352112
MDL 19.250862
MGA 4877.204887
MKD 61.519971
MMK 3330.728196
MNT 3484.590487
MOP 8.259753
MRU 41.107298
MUR 48.023749
MVR 15.796269
MWK 1786.008834
MXN 21.244214
MYR 4.611088
MZN 65.532176
NAD 19.575809
NGN 1591.006216
NIO 37.903821
NOK 11.768944
NPR 141.827878
NZD 1.845655
OMR 0.394366
PAB 1.030032
PEN 3.875868
PGK 4.129327
PHP 60.512755
PKR 286.853535
PLN 4.269649
PYG 8087.681495
QAR 3.755088
RON 4.980877
RSD 117.065915
RUB 104.230108
RWF 1432.766421
SAR 3.849289
SBD 8.65448
SCR 14.727599
SDG 616.315522
SEK 11.50462
SGD 1.405223
SHP 0.812164
SLE 23.330115
SLL 21503.865086
SOS 588.604042
SRD 35.999613
STD 21225.423919
SVC 9.012531
SYP 2576.556598
SZL 19.571809
THB 35.613006
TJS 11.237268
TMT 3.58919
TND 3.306261
TOP 2.401787
TRY 36.336395
TTD 6.99186
TWD 33.955073
TZS 2592.477358
UAH 43.558099
UGX 3808.379134
USD 1.025483
UYU 44.972668
UZS 13345.82428
VES 55.18254
VND 26016.499127
VUV 121.747374
WST 2.833191
XAF 655.850079
XAG 0.033731
XAU 0.000381
XCD 2.771419
XDR 0.793171
XOF 655.850079
XPF 119.331742
YER 255.601965
ZAR 19.600823
ZMK 9230.579631
ZMW 28.453361
ZWL 330.205049
Auge y caída del mayor simio de todos los tiempos
Auge y caída del mayor simio de todos los tiempos / Foto: Garcia/Joannes-Boyau (Southern Cross University) - Southern Cross University/AFP

Auge y caída del mayor simio de todos los tiempos

Con sus tres metros de altura, el Gigantopithecus blacki era un simio gigante que deambuló durante mucho tiempo por las selvas de Asia, antes de desaparecer de la faz de la Tierra hace más de 200.000 años.

Tamaño del texto:

Y todo indica que fue a causa de su incapacidad de adaptarse a los cambios de su entorno, según un estudio publicado este miércoles.

La extinción del primate más grande de todos los tiempos, con un peso de 200 a 300 kilos, era uno de los grandes enigmas de la paleontología desde que aparecieron los primeros fósiles de la bestia, en la década de 1930.

Un paleontólogo alemán había hallado por esos años lo que le presentaron como un "diente de dragón" en una farmacia en Hong Kong.

"Era tres o cuatro veces más grande que el de cualquier gran simio. Esto lo intrigó y así comenzaron las investigaciones", cuenta Renaud Joannes-Boyau, profesor en la Universidad Southern Cross de Australia, uno de los principales autores del estudio publicado en Nature.

El Gigantopithecus blacki apenas dejó atrás algunas mandíbulas y dientes. Centenares de esos fósiles fueron hallados en cuevas de la provincia de Guangxi, en el sur de China.

A pesar de diez años de excavaciones, los científicos no lograron determinar cuándo se extinguió la especie y, por lo tanto, por qué, explicó el profesor Yingqi Zhang del Instituto de Paleontología de la Academia China de Ciencias, principal coautor del estudio.

- La ventana de desaparición -

En lugar de investigar sitio por sitio, un equipo de científicos chinos, australianos y estadounidenses trabajó en un conjunto de 22 cuevas, algunas de las cuales nunca antes habían sido excavadas. Allí encontraron dientes fosilizados, de entre 2 millones y 250.000 años de antigüedad.

Combinaron seis métodos diferentes de datación, incluido el análisis de sedimentos por luminiscencia, que permite saber cuándo fueron expuestos a la luz del día esos depósitos por última vez.

También utilizaron la datación de los restos de polen, que es un valioso indicador de la evolución de la vegetación.

Todo ello con el fin de "tener una cronología bien definida del medio ambiente de cada sitio, incluso de aquellos donde el Gigantopithecus blacki dejó de aparecer", explica el profesor Joannès-Boyau, experto en geoquímica.

Sus resultados permitieron determinar una "ventana de extinción" de la especie: entre 295.000 y 215.000 años.

Esto corresponde a un amplio período de ciclos glaciares llamado Pleistoceno, cuando el planeta experimentó un enfriamiento global.

- Demasiado especializado -

Como resultado, en las exuberantes selvas tropicales donde prosperaba el coloso, "la aparición de estaciones transformó la vegetación y causó períodos de escasez de frutas", explica la investigadora Kira Westaway, de la Universidad Macquarie en Australia, principal coautora del estudio.

El Gigantopithecus blacki se desplazaba solo por el suelo, y poco a poco vio disminuir su área de búsqueda de alimentos y empezó a alimentarse de cortezas y pequeñas ramas.

"Cometió un error enorme al especializarse en estos alimentos de emergencia, muy fibrosos y menos nutritivos", detalló Yingqi Zhang en una entrevista con la AFP en Pekín.

Su tamaño demasiado grande frenó la agilidad necesaria para encontrar recursos más variados. Esta desventaja no hizo más que empeorar ya que "sorprendentemente, su tamaño aumentó" con el tiempo, señala Kira Westaway.

El animal empezó a sufrir un "estrés crónico de largo plazo", que se refleja en la dentición.

La población se redujo gradualmente y la especie finalmente se extinguió.

Por el contrario, sus contemporáneos, los orangutanes de la especie Pongo weidenreichi, cercanos al Gigantopithecus, resistieron: eran más pequeños y ágiles, capaces de desplazarse por las copas de los árboles para hallar una alimentación más variada (hojas, nueces, insectos, pequeños mamíferos, etc.).

Esa versatilidad salvadora se fortaleció a medida que su tamaño disminuía con el tiempo.

El Gigantopithecus no fue el único animal de la megafauna del Pleistoceno que desapareció.

Según Kira Westaway, "explorar estas extinciones no resueltas permite comprender los mecanismos de resiliencia en los grandes animales, tanto en el pasado como en el futuro, ante la amenaza de una sexta extinción masiva" de especies.

(T.Burkhard--BBZ)