Arrecia presión de EEUU a México por polémica reforma eléctrica
Estados Unidos elevó la presión sobre México por una reforma eléctrica que reduciría la participación de sus empresas en el sector y que también es rechazada por Canadá y España.
Una reunión el jueves entre el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y el enviado especial para el clima de la Casa Blanca, John Kerry, sacó a flote la creciente tensión entre ambos gobiernos, socios con Canadá en el tratado de libre comercio T-MEC, a raíz de la enmienda.
El mandatario izquierdista reveló este viernes que durante el encuentro de cinco horas -al que asistieron empresarios estadounidenses- se opuso a que un equipo del país vecino vigilara el trámite que avanza en la cámara de Diputados.
"Imponer un grupo para vigilarnos, para observarnos, eso no lo permite nadie. A lo mejor en otros tiempos, con gobiernos sumisos, entreguistas, pero ya no son los tiempos de antes", dijo en su habitual conferencia de prensa.
Fue la tercera visita de Kerry a México en cinco meses y se sumó a las de otros funcionarios como la representante comercial estadounidense, Katherine Tai.
"Las políticas energéticas de México dañan el medio ambiente, las empresas estadounidenses y los intereses de los inversionistas (...) y obstaculizan los esfuerzos conjuntos para mitigar el cambio climático", declaró Tai el pasado lunes durante una reunión con empresarios y ambientalistas en su país.
La reforma de López Obrador plantea reservar al menos 54% de la producción de energía a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), contra el 38% actual y el 62% que detentan los privados. También propone un monopolio estatal sobre la explotación de litio.
El presidente mexicano sostuvo, no obstante, que la relación con el gobierno Joe Biden es "muy buena" y que mantendrá un canal de comunicación con Washington a través del embajador estadounidense, Ken Salazar.
- Advertencia -
Rompiendo el protocolo de seguridad, Kerry declaró a la prensa tras la cita, en una calle aledaña al Palacio Nacional, que Estados Unidos formará su propio equipo para seguir el proceso legislativo.
Para ese país y Canadá, los cambios a la legislación podrían contravenir el acuerdo comercial de América del Norte, T-MEC, lo que niega López Obrador.
En declaraciones al diario Reforma publicadas este viernes, Kerry sostuvo que al mandatario se le advirtió que si la norma es aprobada sin modificaciones, habrá "una clara respuesta" de Washington en el terreno comercial.
"Acordamos un conjunto de principios que tenemos la esperanza de que serán incorporados en la reforma", afirmó el enviado, según la traducción del periódico.
Sin embargo, el presidente aseguró este viernes que su partido, Morena, buscará votarla tal como está ahora en las comisiones parlamentarias que la discuten.
La enmienda también es rechazada por el gobierno y empresas españolas, que advierten que el cambio en las reglas de juego -incluidas "normas retroactivas"- "genera inseguridad jurídica y perjuicios que afectan el clima de inversiones".
Además, advierten que en materia ambiental podría ser incompatible con el acuerdo comercial vigente con la Unión Europea, según un documento conjunto en el que recuerdan que España es el segundo país -después de Estados Unidos- con mayor número de empresas establecidas en México (6.500).
"No es cierto que la iniciativa tenga que ver con promover las energías sucias", afirmó López Obrador este viernes, destacando que su gobierno está modernizando seis refinerías, no ha autorizado el fracking para extraer petróleo y su producción de energía a partir del carbón representa el 2,1% de lo que genera Estados Unidos con ese mineral.
- Instancias internacionales -
El proyecto, actualmente en discusión en el Congreso bicameral, es una reforma a la Constitución y por tanto requiere el voto de dos tercios de los legisladores, una cantidad que Morena y sus aliados no reúnen. Necesitan votos de opositores, que hasta ahora rechazan en bloque la propuesta.
La próxima semana, la Suprema Corte discutirá si otra reforma a una ley secundaria del sector eléctrico, ya aprobada por el oficialismo en el Congreso, es constitucional.
Según juristas, si el máximo tribunal avala ese texto, no sería necesario reformar la Constitución.
En dicho caso, el último recurso para los inconformes con la reforma serían instancias internacionales, entre ellas el panel de controversias del T-MEC.
(B.Hartmann--BBZ)