Mensajes virales sobre las inundaciones en España: cuando la desinformación agrava la catástrofe
Mientras las inundaciones aún arrasaban pueblos enteros en Valencia y otras regiones de España, la desinformación llenaba las redes sociales de mensajes peligrosos y dañinos. A falsas alertas se sumaron negacionistas del cambio climático, obligando a las autoridades a salir al paso de los bulos.
A una semana de la catástrofe, el balance temporal era de 219 muertos y 89 desaparecidos. Las precipitaciones dejaron en algunos lugares la misma cantidad de lluvia que cae en un año.
Entre las advertencias oficiales, mensajes apócrifos se viralizaron en redes a riesgo de provocar más pánico y dificultar el trabajo de bomberos, policías y sanitarios en el terreno.
Por ejemplo, un aviso de desalojo a vecinos de los ríos Magro y Mijares, en Valencia. Las autoridades habían avisado a los ciudadanos la tarde del 29 de octubre para que se alejaran de las riberas, pero es falso que pidieran horas después a la población que saliera de sus casas, como circuló.
El Equipo de Apoyo de Operaciones Virtuales (VOST) expuso a la AFP el riesgo de que los habitantes de zonas afectadas por este fenómeno meteorológico, conocido como DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), entrasen en pánico y quisieran salir "de la ciudad de manera desordenada", en carreteras destrozadas por las lluvias y "bloqueando el acceso a los vehículos de emergencia".
Igual de peligroso para la seguridad pública es el mensaje, emitido en las primeras horas, sobre un falso número de emergencias al que llamar si no había respuesta en el oficial 112.
El volumen de desinformación en los dos primeros días de la DANA fue tal que el presidente regional de Valencia, Carlos Mazón, o el jefe de Bomberos, José Miguel Basset, salieron al paso.
"Esas 'fake news' que se han hecho circular por ahí nos han provocado problemas", lamentó el bombero, "porque se ha hablado de evacuaciones, desbordamientos, rotura de presas, nada de esto ha sido correcto pero sí que ha interrumpido notablemente la labor de los equipos de emergencia".
- La culpa, según los negacionistas -
Además de la rabia y la frustración, surgió la búsqueda de culpables. Y entró en juego un foco habitual de la desinformación en España: la supuesta "destrucción de presas" que el gobierno de Pedro Sánchez habría realizado, que habría agravado la tragedia.
En España, en los últimos años no se derribó ningún gran embalse. Sí se han eliminado azudes y saltos de agua, obstáculos fluviales que guardan o retienen el agua, pero que estaban en desuso o en ruinas y que podían haber causado o agravado inundaciones, explicó en 2023 a la AFP César Rodríguez, de la Asociación para el Estudio y Mejora de los Salmónidos - Ríos con Vida.
Además de estos mensajes, muchos usuarios aprovecharon el desastre para insistir en la idea de que una "geoingeniería del clima" estaría detrás de la DANA, eliminando así el factor del cambio climático, que niegan.
Pero la ciencia es clara: ni los supuestos "chemtrails" (estelas de condensación que dejan los aviones) ni el proyecto HAARP (que estudia la ionosfera y no manipula el clima) están detrás de la DANA, a la que sí agravó el cambio climático.
Estas lluvias torrenciales fueron un 12% más intensas que antes del calentamiento global, según la red World Weather Attribution, que evalúa la relación entre fenómenos meteorológicos extremos y cambio climático.
"El cambio climático mata y lo estamos viendo, por desgracia", dijo Pedro Sánchez, criticando a "los negacionistas" del calentamiento global.
- De la incredulidad a la rabia -
La visita de los Reyes de España, junto a Sánchez y Mazón, a una de las poblaciones afectadas en Valencia, generó un "estallido" de ira que también se trasladó a la desinformación.
Circuló la fotografía de una comitiva de vehículos policiales con la afirmación de que era la escolta del rey Felipe VI, pero era un convoy de policías de Madrid que llegaba a la zona.
Pero no solo de la rabia o el negacionismo se alimenta la desinformación: también de la tristeza. Como muestra la imagen de un bombero que, según mensajes virales, "lloraba" tras salir "devastado" del aparcamiento subterráneo de un centro comercial. Contactado por la AFP, el fotógrafo de la imagen confirmó que el gesto no era llanto sino cansancio.
"Se difundió un bulo afirmando que en el interior (de ese estacionamiento) había muchos cadáveres: no era cierto", señaló el director general de la Policía Nacional, Francisco Pardo. Y la realidad se impuso a la desinformación.
(K.Lüdke--BBZ)