Berliner Boersenzeitung - Atafona, el balneario brasileño que está desapareciendo bajo el mar

EUR -
AED 4.074348
AFN 78.016446
ALL 99.632691
AMD 430.125276
ANG 2.001452
AOA 1022.185011
ARS 1059.19379
AUD 1.663304
AWG 1.996663
AZN 1.890141
BAM 1.95546
BBD 2.24231
BDT 132.706945
BGN 1.95546
BHD 0.417727
BIF 3207.842712
BMD 1.109257
BND 1.442349
BOB 7.673667
BRL 6.209738
BSD 1.110507
BTN 93.299791
BWP 14.748438
BYN 3.634369
BYR 21741.442931
BZD 2.238511
CAD 1.506205
CDF 3153.618884
CHF 0.935032
CLF 0.037926
CLP 1046.498195
CNY 7.863419
CNH 7.869682
COP 4622.996862
CRC 583.298665
CUC 1.109257
CUP 29.395318
CVE 110.245847
CZK 25.053246
DJF 197.765643
DKK 7.467192
DOP 66.448456
DZD 146.879483
EGP 53.689673
ERN 16.638859
ETB 127.467256
FJD 2.461225
FKP 0.86358
GBP 0.84473
GEL 2.984335
GGP 0.86358
GHS 17.401977
GIP 0.86358
GMD 77.648405
GNF 9597.332687
GTQ 8.591507
GYD 232.349635
HKD 8.646827
HNL 27.519219
HRK 7.618478
HTG 146.624527
HUF 394.086268
IDR 17147.398392
ILS 4.13438
IMP 0.86358
INR 93.164136
IQD 1454.847254
IRR 46705.278687
ISK 152.600954
JEP 0.86358
JMD 174.369707
JOD 0.786135
JPY 157.897273
KES 142.98516
KGS 93.403678
KHR 4524.214023
KMF 493.069075
KPW 998.331474
KRW 1485.040811
KWD 0.338779
KYD 0.925439
KZT 532.537484
LAK 24532.738008
LBP 99450.422807
LKR 331.782361
LRD 216.562377
LSL 19.696178
LTL 3.275349
LVL 0.670979
LYD 5.287081
MAD 10.781927
MDL 19.323643
MGA 5045.123527
MKD 61.524312
MMK 3602.824416
MNT 3769.255622
MOP 8.914251
MRU 43.799391
MUR 50.981885
MVR 17.027519
MWK 1925.765443
MXN 22.165457
MYR 4.803643
MZN 70.853853
NAD 19.696178
NGN 1780.535853
NIO 40.882898
NOK 11.888077
NPR 149.280066
NZD 1.796514
OMR 0.426676
PAB 1.110507
PEN 4.212368
PGK 4.396236
PHP 61.830417
PKR 309.345658
PLN 4.285893
PYG 8578.509684
QAR 4.047997
RON 4.974801
RSD 117.007673
RUB 99.832656
RWF 1492.140775
SAR 4.164333
SBD 9.259888
SCR 15.236253
SDG 667.222339
SEK 11.428845
SGD 1.446143
SHP 0.86358
SLE 25.343537
SLL 23260.535519
SOS 634.689737
SRD 32.153491
STD 22959.386371
SVC 9.717312
SYP 2787.04244
SZL 19.690579
THB 37.43082
TJS 11.827445
TMT 3.893493
TND 3.371114
TOP 2.599771
TRY 37.601053
TTD 7.526692
TWD 35.541495
TZS 3020.675228
UAH 45.516193
UGX 4125.283328
USD 1.109257
UYU 44.852208
UZS 14112.548274
VEF 4018342.815906
VES 40.653047
VND 27304.368252
VUV 131.69322
WST 3.106944
XAF 655.843063
XAG 0.03972
XAU 0.000444
XCD 2.997824
XDR 0.824757
XOF 655.843063
XPF 119.331742
YER 277.702966
ZAR 19.802451
ZMK 9984.650719
ZMW 29.179931
ZWL 357.180396
Atafona, el balneario brasileño que está desapareciendo bajo el mar
Atafona, el balneario brasileño que está desapareciendo bajo el mar

Atafona, el balneario brasileño que está desapareciendo bajo el mar

Los buitres merodean en la arena, entre escombros de las últimas casas destruidas por el mar. Atafona, un balneario apacible al norte de Rio de Janeiro, sufre una erosión crónica agudizada por el calentamiento que la transformó en un paisaje apocalíptico.

Tamaño del texto:

Debido a una combinación de factores naturales y humanos, el mar avanza hasta seis metros por año y ya ha sumergido más de 500 casas en una franja de 2 km. Una de las próximas será la del empresario Joao Waked Peixoto.

Caminando junto a un revoltijo de vigas y azulejos, Waked Peixoto muestra cómo sucumbió la última vivienda que separaba la suya del mar: resta apenas el fondo de un cuarto azul en el que fragmentos de revistas, una bicicleta y otras señales de vida reciente son sacudidas por el viento.

En el área de riesgo, siguen en pie solo 180 casas con 302 habitantes.

"¿Cuándo tendremos que salir nosotros? Es una incógnita, el mar avanzó de tres a cuatro metros en 15 días, nuestro muro puede no estar aquí la próxima semana", cuenta a la AFP Waked Peixoto, que se mudó a Atafona junto a su familia durante la pandemia.

Como muchos residentes de Campos dos Goytacazes, una próspera ciudad al norte de Rio de Janeiro que recibe regalías del petróleo, su abuelo construyó en la cercana Atafona su casa de veraneo: un refugio de ambientes amplios con jardín.

"Será una pena perder esta casa, que guarda los recuerdos de mi familia entera, mis padres, hermanas... todos veníamos aquí", lamenta Waked Peixoto.

Pero será inevitable.

- Erosión extrema y crónica -

La erosión extrema, que coloca a Atafona entre el 4% del litoral mundial donde el mar consume más de cinco metros por año, se ha agudizado ahora por el cambio climático, con la "subida del nivel del mar" a largo plazo y "a corto y medio plazo con las resacas excepcionales y los periodos prolongados de lluvias y sequías", explica el geólogo Eduardo Bulhoes, de la Universidad Federal Fluminense.

Pero el balneario sufre un "problema crónico" desde hace décadas.

"El uso que el hombre hizo del río Paraíba do Sul [uno de los principales del sudeste de Brasil] en los últimos 40 años redujo drásticamente el volumen de sus aguas y su capacidad de transportar arena hacia la desembocadura", en Atafona, explica Bulhoes, enumerando actividades como la minería y los desvíos para la agricultura.

Con este "déficit" de sedimentos, la playa no se reabastece naturalmente y va cediendo ante el avance del mar.

A ello se suma la construcción de casas en la costa, que elimina la primera línea de defensa natural: las dunas de arena y la vegetación.

Sin esa protección, el mar fue mordiendo la superficie, dejando un cementerio sumergido de escombros y estructuras que tornó peligroso cualquier chapuzón y ahuyentó a los turistas.

La reducción del caudal del río ha afectado también a los pescadores.

"Los barcos grandes ya no pasan por el delta del río (...) y el dinero se va", dice a la AFP Elialdo Bastos Meirelles, que preside una colonia de pescadores de unos 600 miembros.

"El río está muerto", asegura.

- Irse o esperar -

Al menos tres propuestas fueron presentadas a la Alcaldía para frenar la erosión, que incluyen la construcción de escolleras o diques rompeolas para disminuir la fuerza del mar y la recuperación artificial de la playa transportando arena desde el fondo del delta del río.

Esta última, formulada por Bulhoes, se inspira en modelos de países como Holanda, España o Estados Unidos y se propone "construir junto con la naturaleza, utilizando su fuerza para recomponer el sistema de la playa".

Pero por ahora no ha salido nada del papel.

La Alcaldía de Sao Joao da Barra al que pertenece Atafona, paga un alquiler social de 1.200 reales (USD 230) a más de 40 familias desalojadas.

Pero afirma que cualquier plan depende de la aprobación de órganos ambientales y que "hasta ahora" no hay ningún proyecto con una solución definitiva, dijo a la AFP el subsecretario de Medio Ambiente del municipio, Alex Ramos.

Otros sostienen que falta voluntad política.

"Escuchamos promesas (...) Pero es una ciudad abandonada, un apocalipsis, dan ganas de llorar", clama Verónica Vieira, presidenta de la asociación de vecinos SOS Atafona.

Entre quienes todavía guardan esperanzas, está la jubilada Sonia Ferreira, 77, dueña de una imponente casa de dos pisos, que debió abandonar cuando el agua empezó a carcomer su muro trasero, en 2019.

Viuda, se mudó a un apartamento minúsculo que construyó en su propio terreno, a la espera de una solución. Cuando llegue, "pintaré la casa de nuevo y volveré a vivir aquí", sentencia.

(Y.Berger--BBZ)