Tensiones en Jerusalén en torno al desalojo de familia palestina
La policía israelí negociaba este lunes con un palestino parapetado en el techo de su casa con un barril de gasolina, cuya familia enfrenta el desalojo de la vivienda en el agitado barrio de Sheij Jarrá, en Jerusalén Este.
Poco después de la llegada de la policía para proceder al desalojo, Mohamed Salhiya se refugió en el tejado de su vivienda con un barril de combustible, constató un periodista de la AFP.
Su familia se encontraba amenazada con este desahucio desde 2017.
Las fuerzas de seguridad y la alcaldía de Jerusalén indicaron en un comunicado conjunto que se habían trasladado al lugar para hacer cumplir la orden de desalojo, puesto que el terreno en el que se encuentra la vivienda familiar ha sido destinado para la construcción de una escuela.
Después subieron al techo familiares del hombre, quienes "amenazaron con inmolarse e incendiar la casa si las fuerzas de ocupación (nombre dado por los palestinos a Israel, NDLR) tomaban la vivienda", declaró a la AFP Mona Al Kurdi, militante palestina que vive en el barrio.
La policía señaló en el lugar que realizaban "negociaciones" con algunos vecinos "atrincherados" en el tejado.
En la parte oriental de Jerusalén, ocupada y anexada por Israel, contrariando al derecho internacional, centenares de familias palestinas que residen allí desde hace décadas actualmente se ven enfrentados a órdenes de desahucio.
En mayo, manifestaciones de apoyo a familias palestinas amenazadas de expulsión en Sheij Jarrá degeneraron en choques con colonos y la policía israelí, previos a una oleada de violencia sangrienta en Israel y en los Territorios palestinos.
Para Laura Wharton, consejera municipal (izquierda) presente el lunes en Sheij Jarrá, "la escuela pudo construirse sin desalojar a las familias".
"Hay espacio suficiente", añadió a la AFP.
Más de 300.000 palestinos y 210.000 israelíes viven hoy en Jerusalén-Este, estos últimos en colonias ilegales según el derecho internacional.
(K.Müller--BBZ)