Un campamento en Ciudad de México, última escala de ucranianos hacia EEUU
Un campamento enclavado en un sector popular de Ciudad de México es la última escala de más de 200 ucranianos, incluidas familias enteras, que esperan autorización para viajar a Estados Unidos conforme a un nuevo programa humanitario.
"Podrán llegar a Estados Unidos legalmente y tendrán muchas oportunidades allá", dijo a la AFP este jueves Valentyn Kramar, un estadounidense de 19 años nacido en Ucrania que acompaña a cinco miembros de su familia que "escaparon de las bombas".
El joven se refería al programa Unidos por Ucrania, puesto en marcha desde el pasado lunes por Washington y que facilitará el ingreso de los ucranianos previo un trámite electrónico y con la condición de que ingresen por vía área.
Según Anastasia Polo, ucraniana residente en California que viajó a México para participar en la coordinación de este programa, unos 20.000 ucranianos han llegado desde que se desató la guerra a la fronteriza Tijuana (noroeste) para cruzar por tierra a Estados Unidos.
"Pero estos ucranianos ya habían comprando sus boletos (de avión) y como no era posible que se los reembolsaran, por esto están aquí", dijo Polo.
El campamento, conformado por una decena de enormes tiendas blancas, se localiza en los terrenos de un deportivo del sector de Iztapalapa, considerado entre los de mayor criminalidad de la capital.
Polo explicó que las instalaciones así como la alimentación han sido facilitados por autoridades de la secretaría de Gobernación (Interior).
Los ucranianos pasaron su primera noche en el lugar en medio de bruscos cambios de clima, pues la tarde del miércoles se registró una intensa lluvia que enfrío la noche y este jueves el sol caía inclemente.
"Estaremos aquí el tiempo que requiera el programa, puede ser entre siete y diez días, o quizá más", añade Kramar, quien es acompañado por Mykhailo, su primo ucraniano de 27 de años que alcanza a balbucear algunas palabras en su lengua natal.
Este grupo, en el que hay dos menores de edad y una mujer de más de setenta años, pagó su traslado desde Ucrania, un viaje que les tomó cuatro días y que financiaron con la ayuda de familiares establecidos en Michigan, su destino final.
"Estoy preocupado pero también muy emocionado", dice Mykhailo Prokopiv con la ayuda de la traducción de su primo Valentyn.
Los ucranianos que buscan llegar a Estados Unidos desde México han sido beneficiados con trámites simplificados, lo que ha provocado reclamos de otros migrantes, la mayoría centroamericanos, que pueden pasar meses esperando en la frontera norte.
(O.Joost--BBZ)