Conmoción y desolación tras la muerte de diez sirios en un bombardeo israelí en Líbano
Los familiares de los diez sirios muertos en un bombardeo israelí llegaron el sábado al hospital Sheikh Ragheb, donde se despidieron entre lágrimas de sus allegados, que huyeron de la guerra en Siria para encontrarla en Líbano.
El bombardeo impactó contra un edificio de la zona de Wadi al Kafur, en Nabatieh y causó la muerte de diez personas, entre ellas una madre y sus dos hijos, informó el Ministerio de Salud libanés.
El ataque fue uno de los más mortales desde que el movimiento libanés Hezbolá abrió un frente con Israel el 8 de octubre, en apoyo a su aliado de Hamás en la Franja de Gaza, donde libra una guerra contra el ejército israelí.
Las tropas israelíes afirmaron haber bombardeado un "depósito de armas de Hezbolá" cerca de la frontera.
Pero en el hospital, los familiares y amigos de las víctimas expresaron su consternación y su ira por la muerte de sus allegados. Las mujeres, vestidas de negro, lloraron inconsolables.
"Dos de los hijos de mi hermana murieron, otro está en cuidados intensivos al igual que mi otro sobrino", contó Hussein Al Hussein, enumerando los miembros de su familia fallecidos o heridos mientras "dormían".
"Eran jóvenes obreros y la fuerza aérea israelí los tomó como blanco", criticó.
En la frontera entre Israel y Líbano, los intercambios de disparos entre el Hezbolá y el ejército israelí son casi diarios desde que comenzó la guerra en Gaza, desencadenada por un ataque del movimiento islamista palestino Hamás el 7 de octubre en Israel.
La violencia se intensificó después de la muerte a finales de julio del jefe militar del Hezbolá, en un bombardeo israelí cerca de Beirut.
Según la agencia de prensa libanesa ANI, el ataque del sábado alcanzó una "fábrica de bloques de concreto" en una zona industrial. Los muertos eran refugiados y empleados sirios, precisó.
"No tenían nada que ver con la guerra (...), vinieron aquí para ganar su vida", dijo Omar Al Shahud, un empleado de la fábrica que perdió a seis de sus familiares.
- Sábanas rojas -
En una habitación, un grupo de personas lloraba la pérdida de cuatro familiares. Un hombre, su mujer y sus dos hijos, dijo un pariente a AFP. Sus cuerpos estaban envueltos en sábanas rojas adornadas con flores.
Líbano alberga una gran comunidad siria. Muchos son refugiados y trabajadores empleados en los sectores agrícola y de la construcción.
Desde el 8 de octubre, la violencia entre Israel y el Hezbolá dejó al menos 580 muertos en Líbano, en su mayoría combatientes del grupo chiita aunque la cifra incluye al menos 128 civiles, según un recuento de AFP.
En Israel y en los anexionados Altos del Golán ocupados por Israel, 22 militares y 26 civiles murieron, según las autoridades israelíes.
En el lugar del bombardeo, ya sólo quedaban escombros, trozos de metal y pedazos de ropa junto a zapatos de niños.
Frente a la fábrica, Hussein Tahmaz, su propietario, insistió en que el sitio era "100% civil".
"Aquí solíamos aparcar y cargar nuestras mercancías", dijo, al señalar los restos de un camión rojo.
El edificio bombardeado era el anexo de una nave industrial de dos plantas, donde vivían el conserje, su familia y los trabajadores, explicó el alcalde, Khodr Saad, a AFP.
"¿Qué hicieron esos niños para merecer eso? Huyeron de su país para escapar de la muerte, y fue aquí donde la encontraron".
(S.G.Stein--BBZ)