Dos muertos en el norte de Israel por disparos de cohetes desde Líbano
Dos personas murieron en el norte de Israel el miércoles por disparos de cohetes desde Líbano, antes de la reunión telefónica que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, mantendrá con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para abordar la situación en Oriente Medio.
Los dos dirigentes, cuya relación es tensa por el desarrollo del conflicto en la región, no hablan desde hace siete semanas, por lo que nunca han mantenido una conversación sin intermediarios sobre la intensificación de las hostilidades en Líbano.
Ambos abordarán también cómo responderá Israel a un ataque con misiles de Irán la semana pasada, informó el medio estadounidense Axios, citando a altos funcionarios estadounidenses.
Según Irán, enemigo de Israel, ese ataque fue en respuesta a las muertes del jefe del Hezbolá libanés, Hasán Nasralá, y del jefe de Hamás, Ismail Haniyeh.
Los de este miércoles son los dos primeros civiles fallecidos en Israel por cohetes lanzados desde Líbano desde la intensificación de la ofensiva militar israelí contra el movimiento islamista Hezbolá a mediados de septiembre, que ha dejado más de 1.150 muertos y más de un millón de desplazados.
"Hallamos a un hombre y una mujer de unos 40 años inconscientes y heridos por esquirlas de obus. Realizamos exámenes médicos, pero sus heridas eran graves y tuvimos que declararlos muertos en el acto", afirmó un comunicado de Magen David Adom, el equivalente israelí de la Cruz Roja.
Kiryat Shmona fue declarada zona militar cerrada desde hace meses debido a su proximidad con la frontera con Líbano y es frecuentemente blanco de la andanada de cohetes que lanza Hezbolá, un movimiento chiíta afín a Irán.
Los militares israelíes registraron en la mañana cerca de 20 proyectiles lanzados desde Líbano después de que se activaran las sirenas antiaéreas en Kiryat Shmona.
Israel anunció en septiembre que el centro de gravedad de la guerra se desplazaba hacia el norte, con el objetivo de que decenas de miles de israelíes desplazados por la violencia en la frontera vuelvan a sus hogares.
- Es "una invasión" -
Hezbolá afirmó también el miércoles que frenó dos intentos de infiltración de soldados israelíes en el sur de Líbano lanzando explosivos y que también se enfrentaron con las tropas en combates terrestres. La ofensiva por tierra empezó el 30 de septiembre.
"Es evidente que está habiendo una invasión por parte de un tercer país de un Estado soberano como es el Líbano y, por tanto, la comunidad internacional no puede permanecer ajena a esa invasión", denunció el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez durante un debate en el Congreso de los Diputados.
En Hadera, en el centro de Israel, seis personas fueron apuñaladas a manos de un atacante que fue "neutralizado", indicó la policía.
Más de un año después del inicio de los enfrentamientos entre Israel y Hezbolá, Netanyahu advirtió a los libaneses que su país puede enfrentar un nivel de "destrucción" similar al de Gaza.
"Liberen a su país de Hezbolá para que esta guerra pueda terminar", declaró el dirigente en un video en inglés dirigido a los libaneses.
- "Un infierno sin fin" -
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, afirmó que Hezbolá es una organización "quebrada" por los bombardeos israelíes y que su cúpula está desarticulada tras la muerte de su líder, Hasan Nasralá, el 27 de septiembre en un bombardeo israelí.
Naim Qasem, número dos del grupo, prometió que el movimiento continuará sus acciones y dijo que pese a los golpes, la cúpula del grupo sigue operativa.
Israel anunció el martes que amplió sus operaciones terrestres en Líbano, un día después de la conmemoración del ataque sin precedentes de Hamás el 7 de octubre de 2023, que causó la muerte de 1.206 personas en Israel, la mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en cifras oficiales israelíes.
De las 251 personas secuestradas ese día, 97 siguen retenidas en Gaza, 34 de las cuales fueron declaradas muertas por el ejército israelí.
En respuesta a ese ataque, Israel lanzó una ofensiva en la Franja de Gaza, gobernada por Hamás, en la que ya han muerto más de 42.010 palestinos, mayoritariamente civiles, según datos del Ministerio de Salud, que la ONU considera fiables.
En Gaza, donde continúan los bombardeos israelíes, los habitantes del maltrecho territorio "luchan cada día para poder alimentar a sus familias, encontrar agua potable, energía para seguir viviendo", dijo Sarah Davies, del Comité Internacional de la Cruz Roja.
Philippe Lazzarini, director de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) publicó este miércoles en X que los habitantes del norte de Gaza viven "un infierno sin fin".
Desde hace un año, el conflicto atizó las tensiones regionales y varios grupos aliados de Irán en Líbano, Yemen y Siria lanzaron ataques contra Israel.
En El Cairo, Hamás y Fatah, dos grupos palestinos rivales, se reunían este lunes para abordar la guerra en Gaza.
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(Y.Berger--BBZ)