Los conservadores encabezan elecciones en Bulgaria, pero aun sin mayoría para gobernar
Los conservadores liderados por el ex primer ministro Boïko Borísov encabezan los resultados de las elecciones legislativas el domingo en Bulgaria, pero sigue la incertidumbre sobre las posibles combinaciones para formar un gobierno estable, luego de siete elecciones en tres años y medio.
Como en la última elección de junio, el partido GERB encabeza con 25% de los votos delante de los liberales pro-europeos de CC/BD y los nacionalistas prorrusos de Vazrajdane (Renacimiento) que están casi empatados (de 13 a 15%), según cálculos publicados por los institutos de sondeos con base en el escrutinio de 80% de los votos.
"Estamos otra vez bloqueados, en espera de ver si GERB y el CC/BD se ponen de acuerdo" para aislar a la extrema derecha, comentó en la televisión el analista Andrey Raichev.
En la noche, Borísov se comprometió a formar un gobierno, y se dijo listo a los "compromisos" pese a su victoria.
Aunque tendió la mano a todos salvo a los nacionalistas, se arriesga de nuevo a no encontrar aliados para formar una mayoría, en un parlamento fragmentado, donde ocho partidos estarían representados.
Estas son las séptimas elecciones legislativas desde 2021 que han generado cansancio en la ciudadanía y favorece la emergencia de la extrema derecha prorrusa.
Los comicios se encadenan uno tras otro en el país más pobre de la Unión Europea, donde se desvanecen las ansias de cambio mostradas en el verano boreal de 2020 en enormes manifestaciones anticorrupción contra el gobierno conservador de entonces.
Obligado a retirarse tras esas protestas, el ex primer ministro Borísov y su partido GERB ganaron las últimas elecciones de junio.
En junio, solo un 34% de los electores acudió a las urnas, un mínimo desde la caída del comunismo hace 35 años.
La tasa de participación aumentó ligeramente este domingo, situándose en 35% una hora ante del cierre de las oficinas de votación.
"Estamos hartos de estar atrapados en este carrusel que da vueltas y vueltas, con el mismo resultado final", dijo Aneliya Ivanova, una informática de 33 años en Sofía, la capital.
Los reformistas de la coalición Continuamos el Cambio/Bulgaria Democrática (CC/BD) han perdido fuelle durante este periodo de inestabilidad.
En cambio, los nacionalistas prorrusos de Vazrajdane (Renacimiento) se afianzan en el panorama político del país que, pese a integrar la OTAN y la UE, es todavía muy rusófilo.
Esta formación estuvo muy presente en campaña y puede presumir ante su electorado de la adopción este año de una ley impulsada por ellos en el Parlamento contra la "propaganda" LGBT+ inspirada en otra que fue promulgada en Rusia.
Borísov, que apoyó esta ley, abrió la puerta a un acercamiento a este partido, aunque ha reconocido que sus aliados en Bruselas y Washington no lo verían con buenos ojos.
Cuando gobernaba, el conservador de 65 años procuraba tratar bien a Rusia, respetando las consignas de la UE y la OTAN, aunque después de la invasión de Ucrania se posicionó claramente en contra de Moscú.
(K.Lüdke--BBZ)