Muere alto cargo militar ruso en explosión en Moscú reivindicada por Ucrania
El jefe de la división de armas químicas del ejército ruso murió el martes en una explosión en Moscú reivindicada por Kiev, siendo el militar de mayor rango asesinado en Rusia desde el inicio del conflicto.
Ígor Kirílov, de 54 años, jefe de la unidad de armas químicas, biológicas y radiológicas del ejército ruso, murió junto a su asistente.
El ataque tuvo lugar en una zona residencial de la capital al día siguiente de que el presidente Vladimir Putin celebrara los triunfos de las tropas rusas en Ucrania, casi tres años después de que el Kremlin enviara soldados a su país vecino.
En declaraciones a la AFP, una fuente interna del servicio de seguridad ucraniano (SBU) reivindicó la explosión de la madrugada en lo que llamó una "operación especial", y calificó a Kirílov de "criminal de guerra".
El Comité de Investigación de Rusia dijo que "un artefacto explosivo colocado en un patinete estacionado cerca de la entrada de inmueble residencial fue activado el 17 de diciembre en la madrugada", cuando los dos hombres salían del edificio en una zona residencial del sudeste de Moscú.
La entrada del edificio quedó gravemente dañada y las ventanas de varios apartamentos se rompieron, según imágenes publicadas por medios rusos.
"Se ha abierto una investigación criminal por asesinato de dos militares en Moscú", anunció el Comité de Investigación.
Hay investigadores en el lugar que efectúan análisis para establecer "todas las circunstancias" del incidente, afirmó la misma fuente.
"Se ha cometido un crimen sin precedentes en Moscú", publicó el diario Kommersant en su página web, señalando que Kirílov "no era el jefe más importante involucrado en la operación especial rusa" en Ucrania.
"Pero fue él quien habló durante en sesiones informativas de los laboratorios de armas biológicas en Ucrania", de lo cual Rusia acusó a Estados Unidos, recordó Kommersant.
- Castigo "sin piedad" -
No obstante, la fuente del SBU ucraniano sostuvo que "Kirílov era un criminal de guerra y un objetivo absolutamente legítimo, porque ordenó emplear armas químicas prohibidas contra los soldados ucranianos".
Por su parte, la portavoz diplomática rusa, María Zajárova, lamentó en Telegram la pérdida de un "general intrépido que nunca se escondió a espaldas de los demás", y luchó "por la madre patria y por la verdad".
El vicepresidente del Consejo de la Federación, cámara alta del parlamento ruso, Konstantin Kosashev, prometió en Telegram que "los asesinos serán castigados, sin ninguna duda y sin piedad".
Kirílov, quien ocupaba su cargo desde 2017, fue sancionado en octubre por el Reino Unido por el supuesto uso de armas químicas en Ucrania, y es el más alto oficial militar ruso en morir en Moscú desde el inicio de la ofensiva del Kremlin en Ucrania, hace casi tres años.
Según el gobierno británico, Kirílov y su unidad ayudaron a "enviar estas armas bárbaras" a Ucrania, algo que Moscú niega.
Reino Unido y Estados Unidos acusan a Rusia de utilizar el agente tóxico cloropicrina contra las fuerzas ucranianas, en violación de la Convencion sobre Armas Químicas.
Rusia ha dicho que ya no posee un arsenal de armas químicas, pero el país ha sido presionado para ser más transparente sobre el uso de armas tóxicas.
Ucrania acusó en junio a Rusia de aumentar los ataques en la línea de combate utilizando químicos prohibidos, y registró en noviembre más de 700 casos de su uso.
El asesinato del martes ocurre un día después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, se congratulara del avance de sus tropas en el frente al final de un año "crucial".
El ejército ruso ha avanzado en el este de Ucrania a su ritmo más acelerado desde las primeras semanas de la ofensiva, lanzada por Moscú en febrero de 2022.
Rusia y Ucrania buscan mejorar su posición en el campo de batalla antes de la llegada al poder del presidente electo estadounidense Donald Trump, quien prometió ponerle fin al conflicto.
(O.Joost--BBZ)