Tras su largo viaje a Davos, los ucranianos esperan lograr más ayuda occidental
El ministro de Relaciones Exteriores legisladores y alcaldes de Ucrania no dudaron en hacer largos viajes en coche, tren y avión hasta los Alpes suizos esta semana para convencer a las élites mundiales, reunidas en el foro de Davos, para que envíen más ayuda para repeler la invasión rusa.
Sin embargo, tras cinco días en el Foro Económico Mundial, que terminó este jueves, los ucranianos regresaron a casa sin las armas pesadas que reclamaban ni las nuevas sanciones que piden contra Moscú.
Aunque no se esperaban grandes anuncios en Davos, la cumbre dio a Ucrania una oportunidad de presionar cara a cara a los líderes políticos y empresariales del mundo para que les ayuden urgentemente después de tres meses de combates.
Ivan Fedorov, alcalde de la ciudad de Melitopol, viajó desde Zaporiyia a Varsovia (Polonia), luego en avión a Zúrich, y de nuevo en coche desde Zúrich a Davos, un viaje de dos días.
"Es muy importante para nosotros [venir a Davos] porque durante mucho tiempo la propaganda y la diplomacia rusas han funcionado muy bien", dijo Fedorov a la AFP.
"Los países civilizados deben estar unidos a Ucrania (...) no con sus palabras sino con sus hechos", afirmó el alcalde, que en marzo fue retenido durante varios días por las fuerzas rusas.
El presidente Volodimir Zelenski intervino por videoconferencia al comienzo del foro, donde la delegación ucraniana incluía al alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, y a su hermano Wladimir, ambos exboxeadores de pesos pesados.
"Normalmente, Davos se considera un lugar en el que solo se habla, pero hemos aprovechado la oportunidad para discutir y acordar también algunos temas con nuestros homólogos", dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, que viajó en tren, coche y avión.
- "Casa de los Crímenes de Guerra Rusos" -
El foro fue también una oportunidad para impulsar la candidatura de Ucrania a la Unión Europea.
Y funcionarios y legisladores ucranianos aprovecharon la ocasión para reunirse con directivos de empresas para buscar ayuda en la reconstrucción del país.
Otra de las preocupaciones fue el bloqueo ruso que impide a Ucrania, otrora granero del mundo, exportar su trigo a los países más dependientes.
Pero el tema principal fue la necesidad inmediata de Kiev de ayuda militar para derrotar a Rusia, mejor armada.
Los ucranianos recordaron al mundo las atrocidades del conflicto.
Tras la exclusión de los rusos del foro, la que había sido en años anteriores la Russia House, un local para promocionar el país, fue reconvertida simbólicamente en la 'Russian War Crimes House' ("Casa de los Crímenes de Guerra Rusos"), con las paredes cubiertas de fotos de las atrocidades atribuidas a las fuerzas rusas.
Zelenski aprovechó el foro para instar a Occidente a mostrar más unidad con Ucrania, señalando a Hungría por retrasar el embargo de la Unión Europea al petróleo ruso.
El canciller alemán Olaf Scholz, que intervino en el foro el último día, dijo que no se permitirá que el presidente ruso Vladimir Putin dicte la paz en Ucrania. "Putin no debe ganar su guerra. Y estoy convencido: no la ganará", afirmó.
Un foro que ha sido para los ucranianos, según Alexander Stubb, ex primer ministro de Finlandia, un "ejercicio de comunicación".
"Occidente está firmemente de su lado, pero siempre existe el riesgo de la fatiga de la guerra", dijo Stubb a la AFP, asegurando que los ucranianos tiene que aplicar una "presión total".
(T.Renner--BBZ)