Decenas de miles de israelíes en la "marcha de las banderas" en Jerusalén bajo tensión
Decenas de miles de personas participaron este domingo en la polémica "marcha de las banderas" en Jerusalén, una procesión nacionalista con la que los israelíes recuerdan la ocupación de la parte oriental de la ciudad, que coincide este año con semanas de tensiones.
La manifestación, que a reunió a 70.000 personas, según la policía, cruzó la Ciudad Vieja, situada en Jerusalén Este, sector ocupado por Israel desde 1967 y anexado.
La multitud desfiló por las calles de Jerusalén y algunos participantes que integran del grupo anti-árabe "La Familia" entonaron consignas como "Muerte a los árabes".
Esta jornada recuerda la "reunificación" de la ciudad, cuya parte oriental fue ocupada por Israel en 1967 y anexionada en 1980.
Breves enfrentamientos se registraron entre palestinos y policías israelíes frente a la "puerta de Damasco", por la que entraron los manifestantes en la Ciudad Vieja y que da al barrio musulmán, constató un fotógrafo de la AFP.
En el barrio musulmán se lanzaron proyectiles contra la marcha, constató un periodista de la AFP, en tanto se arrojaron botellas de agua contra camilleros que transportaban a un palestino herido.
En Jerusalén, al menos 79 personas resultaron heridas en la jornada en diferentes incidentes, según la Media luna Roja palestina. La policía registró unos 60 detenidos.
La inmensa mayoría de la comunidad internacional nunca ha reconocido el dominio israelí sobre Jerusalén Este.
El ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Yair Lapid, calificó como una "desgracia" los cánticos contra los árabes.
En vísperas de la marcha, el primer ministro israelí, Naftali Bennett, advirtió que la policía tendría "cero tolerancia" ante los extremistas judíos que buscaran atizar las tensiones.
Para ello fueron movilizados cerca de 2.000 policías en todo Jerusalén.
Previendo los enfrentamientos, en el barrio musulmán de la Ciudad Vieja, la mayoría de las tiendas permanecieron cerradas y los habitantes encerrados en sus casas.
En puntos de Jerusalén Este muchos palestinos pusieron banderas palestinas en los tejados y ventanas, en señal de protesta ante esta celebración israelí.
Los palestinos aspiran a que Jerusalén Este sea un día la capital de su futuro Estado.
Durante la marcha, miles participantes -la gran mayoría hombres judíos israelíes- cruzaron la Puerta de Damasco de la Ciudad Vieja, que es utilizada por los palestinos y es un lugar muy simbólico.
"Este es nuestro país y así es", dijo Ofer Amar, un israelí de 18 años a AFP. "Los palestinos son invitados en nuestro país".
- "Provocaciones" -
Horas antes de que la marcha diera comienzo, un líder de extrema derecha israelí, Itamar Ben Gvir, y otros nacionalistas visitaron la Explanada de las Mezquitas, en Jerusalén Este.
"He venido para apoyar a las fuerzas de seguridad y espero de la policía que haga reinar el orden en el Monte del Templo (...) Hoy he venido para afirmar que nosotros, el Estado de Israel, somos aquí soberanos", afirmó Itamar Ben Gvir.
La Explanada es el corazón de las recientes tensiones israelo-palestinas en la Ciudad Vieja de Jerusalén.
Se trata del tercer lugar más sagrado para el islam y el más sagrado para los judíos, que lo llaman el Monte del Templo. El statu quo en vigor estipula que los judíos pueden entrar en la Explanada pero no pueden orar allí.
Los palestinos consideran una "provocación" la entrada de los judíos al lugar, cuyos accesos también están controlados por las fuerzas israelíes.
El domingo, unos 1.800 no musulmanes, en su mayoría turistas y también israelíes, visitaron la explanada, indicó la policía.
- Temores de una guerra -
El año pasado, en el Día de Jerusalén y tras días de enfrentamientos entre israelíes y palestinos en Jerusalén-Este, el movimiento islamista palestino Hamás disparó desde la Franja de Gaza cohetes contra Israel, que respondió con ataques aéreos contra este enclave palestino.
Gaza está gobernado por Hamás y sufre un bloqueo israelí desde hace 15 años.
El manejo de la marcha es considerado como una prueba "personal" para Bennett, que encarna desde hace años a la derecha nacionalista israelí, según el diario Yediot Aharonot.
Según el analista y exmiembro de los servicios de inteligencia israelíes Shlomo Mofaz, Bennett apuesta a que "Hamás no tiene ningún interés en otra guerra y se centra ahora en la reconstrucción de Gaza".
Pero si hay violencia en Jerusalén y víctimas palestinas, esto podría impulsar a Hamás o a otros grupos palestinos armados, como la Yihad islámica, a cambiar de idea, matiza Mofaz.
(S.G.Stein--BBZ)