Sin luna de miel presidente Boric entrega su primera cuenta pública en Chile
Con menos de tres meses en el poder y sin luna de miel, el presidente de Chile Gabriel Boric rendirá este miércoles su primera cuenta a la Nación, en medio de una crisis de violencia que le ha impedido desplegar su programa de cambios.
El joven mandatario de izquierda emitirá su discurso ante el Congreso, una ceremonia anual que se lleva a cabo en la sede legislativa de Valparaíso, poniendo énfasis en "proyectar lo que viene", para dejar atrás las turbulentas primeras semanas, adelantó la vocera oficial, Camila Vallejo.
"Son muchos temas que están pendientes hace décadas en nuestro país. Hablamos de justicia tributaria, de una reforma profunda en la salud; hablamos de una reforma profunda en materia de pensiones, en materia de cuidados, ambiental, entre otras áreas", agregó la portavoz.
En medio de una gran expectativa y la promesa de poner en marcha grandes transformaciones sociales, el izquierdista Gabriel Boric asumió el poder el 11 de marzo. A sus 36 años, se convirtió en el mandatario más joven de Chile.
Pero cuando apenas se estrenaba en el Palacio La Moneda debió enfrentar un rápido golpe de realidad.
Durante la primera semana, la ministra del Interior, Izkia Siches, fue recibida a balazos cuando se dirigía a visitar una comunidad mapuche en el sur del país.
Las protestas en el centro de Santiago no han logrado ser contenidas, encabezadas ahora por estudiantes secundarios, mientras que desde el gobierno se reconoce que Chile "atraviesa por el peor momento para la seguridad" desde el retorno a la democracia (1990) tras una ola de delitos violentos.
"En sus primeros dos meses, el gobierno del presidente Boric ha experimentado un aterrizaje forzoso en la realidad", dice el analista de la Universidad de Santiago, Marcelo Mella, enfatizando que los puntos más complejos son la "crisis de orden público y seguridad" y "calentamiento" del conflicto mapuche.
Siete personas han muerto en las regiones de La Araucanía y el Biobío (a 600 km al sur de Santiago) en lo que va de este año, en un recrudecimiento de los atentados que tienen como trasfondo las reivindicaciones de tierra que los mapuches consideran suyas por derechos ancestrales, hoy en manos de empresas forestales y agricultores.
El último de ellos la semana pasada, cuando encapuchados atacaron con fusiles un bus con trabajadores forestales, hiriendo de muerte a uno de sus ocupantes pese al resguardo militar en que se encontraba la zona, en una medida que significó un giro en la idea inicial de Boric de no volver a recurrir a las fuerzas armadas en seguridad.
- Caída en la aprobación -
"Ha sido intenso este tiempo y creo que el gobierno no ha logrado controlar la agenda", dice Mireya Dávila, politóloga de la Universidad de Chile.
En este escenario, la popularidad del mandatario bajó desde el 50% con que asumió a un rango de entre el 25 y el 36%, según sondeos.
Entre los puntos altos en estas semanas figuran la adhesión al tratado ambiental de Escazú y el acuerdo para incrementar en más de 14% el salario mínimo, crucial en el plan para afrontar la inflación que alcanzó en Chile su nivel más alto en 30 años (10,5% anual a abril).
Entre su fortalezas personales, Dávila destaca su "liderazgo empático", mientras que para el académico de ciencias políticas de la Universidad Diego Portales, Rodrigo Espinoza "ha sido un gobierno de diálogo".
Espinoza resalta que el devenir de la Convención Constitución que redacta una nueva Constitución para Chile y la que Boric le ha dado su apoyo, le ha restado protagonismo al mandatario.
"La Convención Constitucional es el actor que se lleva todo el protagonismo y va a ser así hasta al menos septiembre", cuando se realice el plebiscito en que se aprobará o rechazará el texto con el que se busca cambiar la vigente desde la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), agrega el analista.
Si gana el apruebo, el gobierno de Boric "va a tener un balón de oxígeno para tomar un segundo aire", pronostica Espinoza.
En compás de espera están las prometidas reformas al sistema de pensiones y tributaria, en el centro del financiamiento del nuevo sistema de protección social que Boric busca poner en marcha.
(G.Gruner--BBZ)