Israelíes y palestinos, inmersos en una "guerra de banderas"
Algo está ocurriendo en Huwara. En las últimas semanas, colonos israelíes han lanzado el asalto de un cruce de esta ciudad de Cisjordania para quitar las enseñas palestinas que ondeaban en ella, en el marco de una "guerra de banderas" que no deja de extenderse.
El pasado 30 de mayo, decenas de soldados israelíes montan guardia en una intersección de Huwara, cerca de Naplusa (norte), que los colonos que viven en las inmediaciones suelen utilizar para tomar la carretera que cruza Cisjordania, un territorio ocupado por Israel desde 1967.
Enganchada a un poste de electricidad hay una bandera palestina, con los colores negro, rojo, verde y blanco. Un colono israelí se acerca, sale de su vehículo, trepa por el poste y se apodera del estandarte, ante la mirada impasible de los soldados israelíes.
Zafer Al Sayegh, un vendedor palestino, asiste a la escena, molesto. "Varios 'mártires' pagaron con su vida por esa bandera", dice el comerciante al a AFP. "Aquí estamos en nuestra casa [...] pero un colono llega con un palo, un cuchillo y un hacha y quita la bandera [palestina]".
Él no es el único disgustado con la situación. En las últimas semanas, han estallado violentos disturbios entre palestinos y colonos o fuerzas de seguridad israelíes en esa misma rotonda.
"Para nosotros, [la bandera palestina] es un símbolo. Lo representa todo: nuestra dignidad, nuestro derecho a defendernos contra los israelíes [...]. Nosotros, palestinos, nos unimos bajo esa bandera", sostiene de su lado Wajeh Odeh, exalcalde de Huwara.
- ¿Bandera "enemiga"? -
En Israel, y aún más en Jerusalén Este (el sector palestino de la Ciudad Santa que está ocupado y anexionado por Israel), las fuerzas de seguridad israelíes no dudan en detener a cualquiera que enarbole la bandera palestina. Unas intervenciones que a veces derivan en episodios violentos.
Así ocurrió a mediados de mayo durante el funeral de la periodista palestino-estadounidense Shireen Abu Akleh, cuando la policía cargó contra una multitud que portaba enseñas palestinas cuando el féretro de la reportera abandonó el hospital.
Miles de personas siguieron el ataúd, formando una escena muy inusual en la Ciudad Vieja de Jerusalén, con una muchedumbre de palestinos portando su bandera.
Dos semanas después, decenas de miles de israelíes de talante nacionalista participaron en su "marcha de las banderas" en Jerusalén, un acto que organizan cada año, inundando la ciudad de estandartes con los colores blanco y azul, para marcar la conquista de la parte oriental de la Ciudad Santa en 1967.
En respuesta, los palestinos celebraron concentraciones en toda Cisjordania, y sobre todo en Huwara, enarbolando su enseña.
Esta última podría ser formalmente prohibida en los servicios públicos en el marco de un proyecto de ley sobre banderas "enemigas", presentado por el diputado israelí Eli Cohen, miembro de la formación derechista Likud, el partido de Benjamin Netanyahu (oposición).
- "Espiral" -
"He aquí una línea roja que no se debe cruzar que difiere de las manifestaciones legítimas: ondear la bandera de los que no reconocen el Estado de Israel o que representa una amenaza existencial", recoge el proyecto de ley que fue presentado esta semana.
Con todo, el texto quizá no salga adelante, pues podría toparse con la negativa de los diputados de la minoría árabe, descendientes de los palestinos que se quedaron en Israel tras la creación de ese país, en 1948.
"Ha llegado el momento de poner fin a la hipocresía y a las incitaciones al odio contra nosotros, reforzando nuestra soberanía", tuiteó Eli Cohen. "Cualquiera que se sienta palestino recibirá toda la ayuda necesaria para una ida a Gaza" sin billete de vuelta.
El enclave palestino de Gaza, controlado por los islamistas de Hamás -que no forman parte de la Autoridad Palestina- está sometido a un bloqueo israelí desde 2007. Hamás e Israel han librado cuatro guerras desde 2008.
En teoría no es ilegal ondear la bandera palestina ni en Israel ni en Jerusalén, pero la policía suele efectuar arrestos aludiendo a que se trata de actos de provocación, apunta la liberal Laura Wharton, miembro del Consejo Municipal de la Ciudad Santa.
"No estamos en guerra con la Autoridad Palestina. Al contrario, hemos firmado los acuerdos de paz de Oslo con ella. Cuanto más juegue esta carta la derecha radical, más utilizarán los palestinos, y sobre todo los jóvenes, la bandera para burlarse. Estamos asistiendo a una suerte de espiral sobre el uso de la bandera", afirma.
En esta escalada, los palestinos lograron una breve victoria el domingo durante la marcha israelí "de las banderas", al hacer volar sobre la Ciudad Santa de Jerusalén un pequeño dron con su bandera enganchada... que la policía acabó derribando.
(K.Lüdke--BBZ)