El aniversario de Tiananmen conmemorado furtivamente en Hong Kong
Los habitantes de Hong Kong que deseaban conmemorar este sábado el 33 aniversario de la sangrienta represión de la plaza Tiananmen en Pekín tuvieron que hacerlo de forma furtiva o en privado, pues la policía advirtió que no toleraría ninguna concentración pública.
Desde hace 33 años, las autoridades chinas hacen todo lo posible para eliminar esos hechos de la memoria colectiva. Los libros de historia ni los mencionan. Y los comentarios en redes sobre la cuestión son censurados sistemáticamente.
El 4 de junio de 1989, el régimen envió tanques y tropas para reprimir a los manifestantes pacíficos que, desde hacía semanas, ocupaban la emblemática plaza Tiananmen para reclamar un cambio político y el fin de la corrupción sistémica. La represión causó cientos de muertos, más de mil según algunas estimaciones.
Este sábado en Pekín, la plaza Tiananmen amaneció bajo fuertes medidas de seguridad, con dispositivos de reconocimiento facial en las calles aledañas y controles aleatorios de transeúntes a quienes se pedía la identificación.
Todavía hoy, hablar de los hechos de 1989 es tabú en China. Y ahora también lo es en Hong Kong, donde la masacre se conmemoraba anualmente hasta la imposición desde Pekín en 2020 de una ley de seguridad nacional para acallar a la disidencia.
Este año en Hong Kong, la policía advirtió que cualquier "asamblea no autorizada" era ilegal y cerró el céntrico parque Victoria, donde tradicionalmente se reunían cada 4 de junio hasta decenas de miles de personas para una vigilia con velas.
Desde las masivas protestas prodemocracia de 2019, las autoridades hongkonesas tratan de borrar la memoria de la masacre, prohibiendo las vigilias en 2020 y 2021 con la excusa de la pandemia y retirando estatuas de recuerdo de sus universidades.
El año pasado, la Alianza de Hong Kong, la asociación que organizaba las vigilias, fue disuelta, su museo cerrado y sus organizadores detenidos.
- Ayuno en prisión -
Para este año, no había ningún acto previsto, ni siquiera las tradicionales misas católicas que solían organizarse en las iglesias, anuladas también por miedo a posibles represalias.
Solo un trío de artistas callejeros se atrevió a organizar el viernes por la noche pequeñas actuaciones con sutiles referencias a Tiananmen cerca del parque Victoria. Una mujer fue llevada por la policía tras tallar una patata con forma de vela y tratar de encenderla, constató un periodista de la AFP.
Una habitante de Hong Kong dijo a la AFP que había encendido una vela en su casa y colocado cerca de una ventana un réplica de la "Diosa de la democracia", la estatua símbolo del movimiento de Tiananmen
El antiguo dirigente de la Alianza, Lee Cheuk-yan, anunció que ayunaría, encendería un fósforo y cantaría canciones conmemorativas el sábado desde la celda de su prisión.
"Creo que los hongkoneses se unirán a mí para recordar el 4 de junio con toda sinceridad, utilizando sus propios medios para expresar su compromiso con la democracia", escribió en una carta publicada en línea.
Acalladas dentro de China, numerosas conmemoraciones de los hechos de Tiananmen se celebraban en el extranjero, donde crece la diáspora de hongkoneses.
Disidentes exiliados han creado un museo propio en Estados Unidos. Y en Taiwán, un grupo de activistas prevé resucitar el "Pilar de la Vergüenza", una de las estatuas desmanteladas en Hong Kong.
Varios países acogen el sábado vigilias para las víctimas de Tiananmen, veinte de ellas organizadas por la oenegé Amnistía Internacional "para pedir justicia y en señal de solidaridad con Hong Kong".
En un comunicado, el jefe de la diplomacia estadounidense Antony Blinken rindió homenaje a los "valientes" manifestantes de 1989 que habían "reclamado pacíficamente la democracia" en China.
Varios consulados occidentales en Hong Kong publicaron en las redes sociales mensajes relativos a Tiananmen. El de Estados Unidos colocó el "Pilar de la vergüenza" en foto de portada de su página Facebook.
(L.Kaufmann--BBZ)