Boris Johnson comparece ante el Parlamento británico por primera vez tras el voto de confianza
El primer ministro británico, Boris Johnson, comparece el miércoles ante la Cámara de los Comunes por primer vez desde que sobrevivió a un voto de confianza de su Partido Conservador que lo dejó, sin embargo, muy debilitado.
Indignados por el escándalo del "partygate", las numerosos fiestas celebradas en Downing Street durante los confinamientos de 2020 y 2021, los diputados de la mayoría conservadora activaron el lunes un procedimiento que podría haber destituido a Johnson como líder del partido y por consiguiente jefe de gobierno.
El primer ministro sobrevivió al obtener la confianza de 211 de sus 359 diputados, pero los 148 que votaron en su contra mostraron que la revuelta entre sus filas no deja de crecer.
Buscando el modo de seducir a los rebeldes, el líder conservador prometió el martes abordar los problemas que más preocupan a los británicos, empezando por una posible bajada de impuestos para aliviar la crisis por el disparado coste de la vida que impone sacrificios y estrecheces a muchas familias.
Pero hasta ahora solo ha comparecido ante su gabinete, cuyos ministros lo apoyan muy mayoritariamente, y la sesión semanal de preguntas en la Cámara de los Comunes debe dar la temperatura del descontento entre los rebeldes.
Si lo aplauden junto al resto de la bancada, o se quedan de brazos cruzados cuando Johnson se enfrente al líder de la oposición, mostrará cual puede ser su actitud en los próximos meses.
Si el primer ministro no logra reunificar a un partido profundamente dividido corre el riesgo de que los rebeldes obstruyan la acción de su ejecutivo en un nuevo intento de hacerlo caer.
El líder conservador "ganó la votación, tiene la confianza de la mayoría de los diputados y así es como funcionan las cosas", defendió el miércoles el ministro de Sanidad, Sajid Javid, leal al primer ministro, en declaraciones al canal privado Sky News.
"Me gustaría ver bajadas (de impuestos) donde sean posibles" y "sé que esto es algo que el gobierno se toma muy en serio", dijo después a BBC News.
- "Medidas populistas" -
Las normas del partido establecen que se debe esperar un año antes de activar otro voto de confianza y sus responsables no parecen decididos a cambiarlas pese a la presión de algunos legisladores.
"Espero que Johnson evite ahora aplicar una serie de medidas populistas destinadas a reforzar nuestra popularidad inmediata", escribió en The Times el diputado rebelde conservador David Davis, pidiendo "un cambio real en el corazón del gobierno".
Johnson, de 57 años, llegó al poder en agosto de 2019 a raíz de la dimisión de la también conservadora Theresa May que, pese a haber ganado un voto de confianza lanzado meses antes por su incapacidad para llevar a cabo el Brexit, quedó tan debilitada que se vio obligada a renunciar.
Después, se alzó triunfante con el mejor resultado electoral de su partido en 40 años en unas legislativas anticipadas celebradas en diciembre.
Pero desde entonces, se multiplican los escándalos en torno a Johnson, desde la amiga íntima a la que concedió contratos a dedo cuando era alcalde de Londres hasta la lujosa renovación de su residencia oficial con dinero de un donante del Partido Conservador que este olvidó declarar en su totalidad.
Conocido por su talento para sortear las crisis, el primer ministro ha logrado mantenerse en el cargo defendiendo su trabajo, como el activo apoyo a la Ucrania invadida por Rusia, cuyo presidente, Volodimir Zelenski se congratuló el martes de la victoria de su aliado en el voto de confianza.
La falta de un sucesor evidente, con su carisma y empuje, a la cabeza del partido también le ha favorecido.
Pero su popularidad no deja de caer y una derrota conservadora en las legislativas parciales organizadas el 23 de junio en dos circunscripciones inglesas podría atizar la rebelión.
Johnson será además investigado en los próximos meses por una comisión parlamentaria que debe determinar si mintió a sabiendas cuando aseguró que no se habían infringido las reglas anticovid en sus oficinas.
Según el código de conducta oficial, engañar al Parlamento debe ser motivo de dimisión.
(U.Gruber--BBZ)