Oficialismo y oposición de izquierda, empatados en legislativas en Francia
La primera vuelta de las elecciones legislativas en Francia situó este domingo en torno al 25% de votos al frente de izquierdas y a la alianza de centro del presidente, Emmanuel Macron, que no tiene asegurada una mayoría parlamentaria, según las primeras estimaciones.
Los comicios son claves para Macron, reelegido por cinco años más el 24 de abril y que necesita una mayoría absoluta para poder aplicar sin problemas su programa de corte liberal, como el retraso de la edad de jubilación de 62 a 65 años.
Pero, por primera vez en 25 años, los principales partidos de izquierda --ecologistas, comunistas, socialistas y Francia Insumisa (izquierda radical)-- decidieron concurrir en un frente unido, liderado por Jean-Luc Mélenchon.
La alianza Juntos de Macron lograría entre un 25% y un 25,8% de votos, mientras que la Nueva Unión Popular Ecológica y Social (Nupes) cosecharía de 25% a 26,2%, según los institutos de opinión tras el cierre de las urnas.
El sistema electoral francés vuelve complicado hacer proyecciones claras de los resultados. Los electores deben escoger al diputado de su circunscripción --577 en total--, mediante una sistema mayoritario uninominal a dos vueltas.
Sin embargo, según los institutos de opinión, tras el balotaje del 19 de junio, las fuerzas que apoyan al presidente lograrían entre 260 y 310 escaños, seguidas de la Nupes (150 a 220). La mayoría absoluta se sitúa en 289 diputados.
La movilización resultó clave para el equilibrio final de fuerzas, máxime cuando los votantes de izquierda radical y de extrema derecha son más proclives a abstenerse. La abstención se situó en poco más de la mitad, según las estimaciones.
En la localidad de Saint-Sulpice-la-Forêt (oeste), Arnaud Davy, de 61 años, aseguró a la AFP que hay "menos interés que por la elección presidencial" que se celebró en abril. "La gente habla menos" de estas legislativas, agregó.
- Escenarios -
Sin embargo, Mélenchon, un veterano político de 70 años, que se quedó a las puertas del balotaje de la presidencial con casi un 22% de votos, presentó estos comicios como una "tercera vuelta" y busca impedir que Macron aplique su programa.
Para la izquierda, el presidente fue reelegido en abril no por su programa, sino porque los franceses le votaron para evitar la llegada al poder de su rival de extrema derecha Marine Le Pen en virtud del llamado "frente republicano".
Ante el auge de la Nupes y la posibilidad de perder la mayoría absoluta, el mandatario francés, de 44 años, bajó al barro electoral en la recta final de campaña para pedir una "mayoría fuerte y clara" frente a los "extremos".
Tras el balotaje del 19 de junio, se conocerá si los franceses otorgan su confianza total a Macron y más de 289 diputados, si lo obligan a negociar con una mayoría relativa o si le imponen una "cohabitación".
En el último caso, "él ya no fijaría la política de la nación, sino la mayoría de la Asamblea y el primer ministro que salga de ella", explica Dominique Rousseau, profesor de Derecho de la universidad Panthéon-Sorbonne.
Francia ya ha conocido mandatos con un gobierno y un presidente de diferente signo político. La última cohabitación fue de 1997 a 2002, cuando el presidente conservador Jacques Chirac nombró primer ministro al socialista Lionel Jospin.
Como Jospin, que lideró en las legislativas de 1997 a la alianza Izquierda Plural, Mélenchon espera convertirse en jefe de gobierno. La idea de ver al "Chávez galo", en palabras del ministro de Economía, en el poder preocupa al oficialismo.
A diferencia de la presidencial, la ultraderecha --dividida-- no llega en posición de fuerza, más allá de sus feudos en el norte y el sureste, y el tradicional partido de derecha Los Republicanos se juega su porvenir tras la debacle de abril.
Según los sondeos, el partido de Le Pen lograría de 10 a 45 escaños, por detrás de Los Republicanos (entre 33 y 80 diputados). El partido de ultraderecha ¡Renconquista! de Éric Zemmour podría entrar al parlamento con hasta 3 diputados.
Aunque el poder adquisitivo, en un contexto de alza de precios por la guerra en Ucrania, es la principal preocupación, la campaña estuvo marcada por varias polémicas sobre la actuación de la policía, como en el Stade de France.
(B.Hartmann--BBZ)