Andalucía vota y pone a prueba al gobierno de Pedro Sánchez
Andalucía, otrora bastión de la izquierda, vota en unas elecciones regionales en las que, de confirmarse los sondeos, los socialistas del presidente del gobierno, Pedro Sánchez, podrían sufrir un castigo a un año y medio de las elecciones generales.
Más de 6 millones de andaluces están llamados a votar en las provincias de Almería, Cádiz, Córdoba, Granada, Huelva, Jaén, Málaga y Sevilla, en una jornada en la que las temperaturas dieron un respiro, tras una semana de ola de calor y termómetros por encima de los 40ºC.
Los colegios electorales abrieron a las 09H00 (07H00 GMT) y cerrarán a las 20H00, y los resultados prácticamente definitivos se conocerán a las 22H00.
A un año y medio de las elecciones nacionales, todas las encuestas anticipan que el Partido Popular (conservador) y su candidato, Juan Manuel Moreno Bonilla, que gobiernan la región del sur de España desde 2018, obtendrán en torno a 50 de los 109 diputados regionales, más que la suma de todos los partidos de izquierda.
Temiendo que sus partidarios, confiados en la victoria, aprovechen el día para ir a la playa, Moreno pidió una fuerte movilización, al depositar su voto en Málaga.
"Pido que jóvenes, mayores, mujeres, hombres, del interior de Andalucia, del litoral, todos salgamos a votar y tengamos una participacion importante", apeló el presidente saliente.
A dos horas del cierre de los colegios, había votado el 44,5% de los electores, 1,9% menos que en 2018.
Según los sondeos, el Partido Socialista (PSOE) logrará un resultado similar al de las elecciones de 2018 (33), cuando perdió el poder regional por primera vez desde la instauración de la autonomía en 1982, tras un escándalo de corrupción.
- El PP huye de la extrema derecha -
La región más poblada de España, con 8,5 millones de habitantes, y la segunda mayor, había sido hasta entonces un bastión de la izquierda, y Sánchez apeló a la historia para pedir el voto.
"Los mayores avances de esta tierra han llegado de la mano del PSOE", aseguró el presidente en Twitter.
El PSOE llamó además a ignorar los sondeos, en un mensaje en las redes sociales: "las encuestas a la papelera y los votos a las urnas. Esta es la hora de la verdad".
Los probables ganadores de la contienda, el PP, quieren lograr la mayoría absoluta (55 diputados) para evitar tener que gobernar con el partido de extrema derecha Vox, como le ocurre en Castilla y León, algo que enturbiaría la apuesta por la moderación del nuevo líder conservador nacional, Alberto Núñez Feijóo.
"Andalucía señala un camino: la moderación, el diálogo, el avance social (...) es útil a esta autonomía y al conjunto del Estado", señaló Núñez Feijóo, mientras Moreno Bonilla pedía "un gobierno fuerte y constructivo", en vez de uno "lastrado, condicionado" por Vox.
Podrían ser los terceros comicios regionales seguidos que pierden los socialistas de Pedro Sánchez, tras los de Madrid en mayo del año pasado y Castilla y León en febrero.
- Una "batalla cuesta arriba" para Sánchez -
Perder en Andalucía sería "un duro golpe" para los socialistas, y significaría que "Sánchez podría afrontar una batalla cuesta arriba para ser reelegido" el próximo año, dijo Antonio Barroso, analista de la consultora política Teneo.
"El PP parece estar ganando cada vez más impulso, y la preocupación de los votantes por la inflación dificultaría a Sánchez vender los logros de su gobierno en las próximas elecciones legislativas", añadió.
España, con una inflación del 8,7% interanual en mayo, no ha escapado al contexto internacional de encarecimiento de los precios de alimentos y energía, pero sus principales medidas de choque -subvencionar el combustible o poner tope al precio del gas-, no han servido para contenerlos.
En Andalucía, el Partido Popular podría atraer a una cantidad notable de antiguos electores socialistas (casi 17% de los que votaron por el PSOE en 2018, según un sondeo de Sigma Dos para El Mundo), de lo que podría deducirse que Feijóo le está ganando a Sánchez la batalla por el centro.
"Hay una estrategia, muy visible", del PP de "presentarse como esa alternativa sensata, un esfuerzo en presentarse como una opción de centro, de centroderecha", sostuvo el profesor Óscar García Luengo.
Un momento simbólico de la derrota socialista sería dejar de ser, por primera vez, la fuerza más votada en Sevilla, cuna del antiguo presidente del gobierno Felipe González (1982-1996).
(K.Müller--BBZ)