La OTAN desvía su atención de Rusia para advertir sobre China
Obligada sobre todo a confrontar a Rusia, la OTAN tuvo tiempo en su cumbre de Madrid de llamar la atención sobre China, a quien considera una amenaza y un desafío, a instancias, sobre todo, de Estados Unidos.
"Las ambiciones declaradas y las políticas coercitivas de la República Popular China desafían nuestros intereses, seguridad y valores", afirmaron los 30 aliados en su nuevo Concepto Estratégico, el documento que debe guiar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en los próximos años.
Con su inclusión en el Concepto Estratégico, la OTAN orienta por primera vez su mirada a la pujanza de Pekín, aunque el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, había dicho que "China no es un adversario".
"Pero, por supuesto", añadió Stoltenberg, "hemos de tener en cuenta las consecuencias para nuestra seguridad cuando vemos que China invierte fuertemente en poder militar moderno, misiles de largo alcance, o armas nucleares, e intenta también el control de infraestructuras estratégicas, por ejemplo el 5G", la red de telefonía de última generación.
La Alianza sostiene que China "emplea una amplia gama de herramientas políticas, económicas y militares para aumentar su presencia global y proyectar poder, al tiempo que mantiene la opacidad sobre su estrategia, sus intenciones y su acumulación militar".
El documento tambien afirma que el gigante asiático "busca controlar sectores tecnológicos e industriales clave, infraestructuras críticas y materiales estratégicos y cadenas de suministro. Utiliza su influencia económica para crear dependencias".
- Mentalidad de "Guerra Fría" -
La OTAN acusa asimismo a Pekín de trabajar con Rusia para minar el orden internacional.
"La profundización de la asociación estratégica entre la República Popular China y la Federación Rusa y sus intentos de socavar el orden internacional (...) son contrarios a nuestros valores e intereses", sentencia la Alianza.
El presidente estadounidense, Joe Biden, intenta convencer a sus aliados de que contener a a Moscú y Pekín son objetivos complementarios, no opuestos.
Esta opinión es compartida por el nuevo primer ministro australiano, Anthony Albanese, quien estuvo en Madrid junto a los líderes de Nueva Zelanda, Corea del Sur y Japón.
Para Albanese, "la invasión rusa" demuestra la necesidad de que los "países democráticos" "defiendan juntos sus valores", mientras que China se afirma como un "socio" cada vez más indispensable para Rusia.
Estos movimientos irritan a Pekín, que denunció "la mentalidad de Guerra Fría".
"En los últimos años, la OTAN ha presionado para ampliar su ámbito de actuación. La comunidad internacional debe permanecer vigilante y oponerse firmemente", declaró el miércoles el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores, Zhao Lijian.
"Promover una mentalidad de Guerra Fría e incitar al enfrentamiento entre los bloques es impopular y está condenado al fracaso", añadió.
John Kirby, asesor de Seguridad Nacional estadounidense, recordó que el Concepto Estratégico no se acualizaba desde 2010, y "el mundo era muy diferente entonces".
Sin descuidar los riesgos de inestabilidad en la región Asia-Pacífico, Francia estima que el "el papel de la OTAN es concentrarse en la seguridad del espacio euro-atlántico", dijo una fuente de la presidencia, recordando "la guerra en Ucrania".
El Elíseo cree que esta conclusión es compartida por la Unión Europea.
(L.Kaufmann--BBZ)