Inspirados por Ucrania, civiles estudian la guerra urbana en Taiwán
Vestido de traje militar camuflado y con un fusil de asalto en la mano, el "Prof" Yeh mira desde detrás de un vehículo en un estacionamiento afuera de Taipéi, observando el entorno en espera de una señal para avanzar.
Yeh trabaja en mercadeo y su arma es una réplica, pero pasó el fin de semana en un taller de guerra urbana preparándose para lo que considera una amenaza muy real de invasión china.
"La guerra Rusia-Ucrania es una gran motivación para venir a este taller", dijo a AFP Yeh, de 47 años, cuyo nombre durante el entrenamiento es "Prof".
Cuando el presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó a sus tropas invadir Ucrania en febrero, le dio forma a los más oscuros temores de muchos taiwaneses.
La isla de gobierno democrático autónomo vive bajo constante amenaza de la autoritaria China, que la ve como parte de su territorio y ha prometido tomarla un día.
Pero la guerra en Ucrania también inspiró a Yeh.
La resiliencia de las fuerzas ucranianas le dio esperanza de que con las tácticas correctas, Taiwán también tendrá posibilidades de defenderse de su vecino poderoso.
Él no está solo. Los organizadores del curso de combate urbano dicen que los estudiantes se han casi cuadruplicado desde febrero. También aumentó la participación en cursos de armas de fuego y primeros auxilios.
- "Sentido de crisis" -
Pero la inquietud sobre China existe en Taiwán desde mucho antes de la invasión rusa.
Max Chiang, presidente de la empresa que organiza los talleres, dice que hay un "sentido aumentado de crisis" entre los taiwaneses desde 2020, cuando aviones chinos comenzaron a incursionar en la zona de identificación aérea de la isla.
Ese año se registraron unas 380 incursiones, un número que aumentó a más del doble en 2021, y podría hacerlo de nuevo este año, según una base de datos de AFP.
China supera a Taiwán militarmente, con más de un millón de soldados frente a 88.000 de Taiwán; 6.300 tanques contra 800, y 1.600 aviones de combate contra 400, según el departamento estadounidense de Defensa.
Sin embargo, Ucrania proporcionó un modelo práctico sobre cómo hacer que esa disparidad importe menos.
Demostró que combatir por el control de las ciudades puede ser difícil y costoso para las fuerzas de ataque, y la mayoría de los 23 millones de habitantes de Taiwán viven en áreas urbanas.
Yeh y sus 15 compañeros corren en formación de columna escalonada por un parqueo, se ocultan detrás de edificios y vehículos dilapidados para simular ataques a posiciones enemigas, intentando aplicar algunas de las lecciones aprendidas en las devastadas ciudades ucranianas.
"La mejor defensa es el ataque", enfatiza Yeh, mientras los instructores en chalecos brillantes toman nota. "Por decirlo sin rodeos, aniquilar al enemigo y detener cualquier avance del enemigo".
- Población decidida -
En una bodega contigua a un estacionamiento, Ruth Lam de 34 años aprende a disparar un arma de fuego por primera vez.
Lam, quien trabaja con un fabricante de luces de emergencia para vehículos, recordó que la mayoría de sus clientes europeos le habían dicho que no habría guerra en Ucrania.
"Pero sucedió", dijo.
Ella espera que saber manejar un arma podría protegerla a ella y su familia en caso de guerra, y plantea continuar prácticas de tiro al blanco con sus amigos.
"Prepare su sombrilla antes de que llueva", dijo. "No sabemos cuándo ocurrirán las cosas".
En una encuesta realizada en mayo, 61,4% de los consultados dijeron estar dispuestos a tomar las armas en caso de una invasión.
"La voluntad del pueblo ucraniano de combatir a los agresores aumentó la determinación de los taiwaneses de salvaguardar su patria", declaró a AFP Chen Kuan-ting, presidente del centro de estudios NextGen Foundation.
Coincidió con él Lin Ping-yu, un exparacaidista que llegó al curso de guerra urbana "para refrescar los conocimientos de combate".
"Solo cuando los habitantes de un país tienen la firme voluntad y la determinación de proteger su territorio es que pueden convencer a la comunidad internacional de ayudarles", comentó Lin, de 38 años.
Yeh piensa que es cuestión de tiempo para que sean llamados a poner en práctica sus nuevas habilidades.
Citando el ejemplo de Hong Kong, donde Pekín ha buscado en los últimos años consolidar su dominio, dice simplemente que "Taiwán es el próximo".
(K.Müller--BBZ)