Tunecinos votan en referéndum sobre una nueva Constitución
Los tunecinos votaban este lunes en un referéndum para aprobar o rechazar una nueva Constitución que otorga más poderes al presidente Kais Saied, que hace un año disolvió el parlamento y se atribuyó plenos poderes.
Los 11.000 colegios electorales abrieron sus puertas a las 05H00 GMT para que los 9,2 millones de electores empadronados puedan ejercer su derecho electoral hasta las 21H00 GMT.
En este referéndum, que no requiere un mínimo de votantes, el "sí" a la nueva Constitución es favorito debido a que la mayoría de la oposición llamó a no participar.
"Es importante para mi país, para el futuro de mi país", dijo a la AFP Tarek Jemai, un trabajador agrícola de 42 años en un centro de votación en una calle del centro de la capital.
El proyecto de nueva Constitución instaura un régimen ultrapresidencial en ruptura con el sistema más parlamentario instaurado en 2014 tras el triunfo de la revolución de los claveles, al cual Saied imputa la crisis que vive Túnez.
El país, de 12 millones de habitantes, lleva un año en una profunda crisis política, después de que Saied, elegido por amplia mayoría en 2019, se atribuyera plenos poderes el 25 de julio de 2021.
"Un golpe de Estado", según la oposición, y una "concentración excesiva del poder" para las organizaciones de defensa de los derechos humanos.
La oposición, sobre todo el partido de inspiración islamista Ennahdha, llamó al boicot del referéndum por considerarlo un "proceso ilegal".
El principal sindicato, UGTT, no dio consigna de voto.
"La gran incógnita es si la participación será baja o muy baja, ya que mucha gente no sabe ni qué ni por qué vota", explicó a la AFP el investigador Youssef Cherif.
Los partidarios del "sí" votarán "porque les gusta el presidente o porque odian a los que gobernaron desde (la Revolución de) 2011" Ennahdha y sus aliados, "pero no son más que unos cientos de miles", según Cherif.
- "Riesgo de dictadura" -
Este desinterés viene, según el politólogo Hamadi Redissi, de que "al contrario de la Constitución de 2014, aquí no hubo debate ni deliberación pública del proyecto" que se hizo, según este investigador, "a toda prisa".
La última versión del texto, escrita por Saied en persona, se encuentra "a años luz del proyecto laico y democrático" que propuso la comisión encargada de su elaboración, explica Redissi.
Sadok Belaid, el jurista al mando de la comisión, tomó distancias con el texto final, ya que es susceptible "de abrir la vía a un régimen dictatorial".
La instauración de un régimen ultrapresidencial rompería con el sistema parlamentario creado tras la caída del dictador Ben Alí en 2011, y que hacía de Túnez la única democracia salida de las revueltas de la Primavera Árabe, estiman los analistas.
Túnez puede evolucionar hacia un "autoritarismo competitivo" como Turquía o Rusia, "con elecciones" pero "sin verdadera democracia", aunque "nunca será como China o Egipto", consideró Redissi.
Un riesgo presente pero no inmediato, según algunos analistas.
"El marco jurídico está. Si se mira el desmantelamiento de las instituciones que garantizan las libertades y la democracia, se estrecha el cerco", explica Isabelle Werenfels, investigadora del instituto alemán SWP.
Tras el referéndum, el principal problema del país será la economía en crisis, con una tasa de desempleo desbocada (40% entre los jóvenes), la inflación creciendo por la guerra de Ucrania y 4 millones de pobres.
(Y.Berger--BBZ)