Ortega prefiere "guardar distancia" ante la propuesta de diálogo de EEUU
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, reveló este martes que Estados Unidos expresó interés en entablar una comunicación con su gobierno en medio de las tensas relaciones que ambos países mantienen desde el 2018, pero que prefiere "guardar distancia".
Desde Washington "nos mandan mensaje que les interesa abrir comunicación, ya hace unos meses", pero "hemos preferido guardar distancia ante esos mensajes que nos han enviado", afirmó Ortega durante el acto del 43 aniversario de la Fuerza Aérea, en Managua.
Indicó que meses atrás "efectivamente mandaron un mensajero aquí en Nicaragua, pero no lo hicieron por la vía oficial".
Fue "un funcionario del Departamento de Estado que quería reunirse ya", pero la cita no prosperó porque "vino clandestino".
Cuando llegó a Managua "le digo que tenía que venir por los canales oficiales", a través de una comunicación con "nuestro embajador allá en Washington y lógicamente a través de la embajada de los Estados Unidos aquí (en Managua) como para poder recibir a un emisario, y no en la forma en que vino. Vino clandestino", indicó.
Durante la celebración del aniversario de la revolución sandinista, en julio pasado, Ortega dijo que veía "imposible" un diálogo con Estados Unidos.
Ambos países mantienen tensas relaciones a raíz de las sanciones que Washington impuso a decenas de funcionarios y allegados al gobierno de Ortega por violaciones a los derechos humanos durante las protestas opositoras del 2018.
Según Ortega, un exguerrillero de 76 años que gobierna desde el 2007, las manifestaciones que estallaron contra su gobierno en 2018 fueron un "fallido golpe de estado" promovido por la oposición con el apoyo de Washington.
La represión a las protestas dejó al menos 355 muertos, según organizaciones humanitarias, mientras que 190 opositores están presos bajo cargos de "menoscabo a la integridad nacional" y otros delitos.
Entre los detenidos -en la cárcel o bajo arresto domiciliario- figuran siete exaspirantes a la presidencia de la oposición que buscaban competir contra Ortega en las elecciones de noviembre pasado, en las que el exguerrillero obtuvo su cuarto mandato consecutivo.
Estados Unidos desconoció la reelección de Ortega al calificarlo de "no democrático" y exigió la liberación de los opositores.
(L.Kaufmann--BBZ)