EEUU e Irán buscan desbloquear el acuerdo sobre el programa nuclear de Teherán
Las negociaciones sobre el programa nuclear iraní se reanudaron el jueves en Viena con la expectativa de salvar las últimas diferencias entre Irán y Estados Unidos, en un nuevo capítulo de una interminable saga.
Es la primera vez desde marzo que todas las partes (Irán, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania) se reúnen en Viena, con la intención de rescatar el acuerdo moribundo de 2015 que busca impedir que la República Islámica se dote de armas nucleares.
Estados Unidos, que se había retirado del acuerdo en 2018, bajo la presidencia de Donald Trump, participa nuevamente de las discusiones desde abril de 2021, pero de manera indirecta, con la mediación de la Unión Europea (UE).
"Pienso que existe una verdadera posibilidad [de acuerdo], pero no será fácil", dijo al anochecer un alto funcionario europeo.
Estados Unidos e Irán deben aún negociar "la amplitud del levantamiento de las sanciones [norteamericanas] y varios asuntos nucleares que no existían en marzo", debido a los avances realizados desde entonces por Irán, añadió.
- Expectativas limitadas -
La primera jornada estuvo marcada por reuniones bilaterales en el palacio Coburgo, un lujoso hotel de la capital austriaca donde se llevan a cabo las negociaciones auspiciadas por el coordinador de la UE, Enrique Mora.
Mora recibió por la mañana sucesivamente al embajador ruso Mijaíl Ulianov, al representante chino, Wang Qun, y al negociador jefe iraní, Ali Bagheri.
Este último llamó poco antes a Estados Unidos a "aprovechar esta ocasión (...) para actuar de forma responsable".
Rusos e iraníes, con posiciones tradicionalmente cercanas en estas negociaciones, celebraron igualmente una reunión.
El enviado de Washington, Robert Malley, también se halla en Viena.
Antes de viajar, puso paños fríos a expectativas desmedidas.
"Nuestras expectativas son limitadas, pero Estados Unidos (...) está preparado de buena fe para tratar de llegar a un acuerdo", tuiteó.
"Veremos rápido si Irán está dispuesto a hacer lo mismo", agregó.
La experiencia de los fracasos anteriores alimenta a la vez la prudencia y las expectativas.
"Estamos agotados, no me imagino aquí dentro de cuatro semanas. Esta no es otra sesión de negociaciones. Estamos aquí para finalizar el texto" del acuerdo, dijo el funcionario europeo.
- Los Guardianes, un obstáculo menos -
Después del último fracaso de las negociaciones en Catar a fines de junio, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, sometió el 26 de julio una propuesta de entendimiento y urgió a las partes implicadas a aceptarla para evitar una "peligrosa crisis".
Los analistas estiman que ni Washington ni Teherán tienen interés en cortar la vía diplomática.
"Ante la multiplicidad de desafíos internos e internacionales, Estados Unidos no quiere de modo alguno una crisis nuclear con Irán que amenace con degenerar en un conflicto regional", dijo Suzanne DiMaggio, investigadora del Carnegie Endowment for International Peace, con sede en Washington.
Irán busca por su lado obtener un levantamiento de las sanciones que asfixian su economía.
La reunión empezó en todo caso con un obstáculo menos, dado que Irán dejó de exigir que Estados Unidos retire de la "lista de organizaciones terroristas" a los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de la República Islámica.
Ese asunto "no está más en el orden del día" y "se discutirá más adelante", dijo el alto funcionario europeo.
Tampoco deberían pesar negativamente las garantías reclamadas por Irán en caso de que el sucesor de Biden en la Casa Blanca quiera dar marcha atrás en los acuerdos.
"Tenemos ahora garantías importantes, que deberían satisfacer a Irán", dijo el responsable.
Queda por resolver el pedido de Teherán de que el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), la entidad de vigilancia nuclear de la ONU, cierre una investigación en curso.
El pacto sellado en 2015, conocido por su siglas en inglés JCPOA, tiene como objetivo garantizar el carácter civil del programa nuclear iraní, levantando cualquier sospecha de que el país busca hacerse con armas nucleares.
Pero tras la retirada unilateral en 2018 de Estados Unidos bajo el gobierno de Trump y el restablecimiento de las sanciones estadounidenses, Teherán se ha desligado progresivamente de sus obligaciones.
Irán ha superado la tasa de enriquecimiento de uranio del 3,67% fijada por el JCPOA, pasando al 20% a principios de 2021. Luego superó el umbral sin precedentes del 60% y se acercó al 90% necesario para fabricar una bomba nuclear.
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(K.Lüdke--BBZ)