Obispo retenido en Nicaragua dice que tiene "casa por cárcel"
El obispo de la Diócesis de Matagalpa de Nicaragua, Rolando Álvarez, retenido desde hace tres días en su curia por las fuerzas de seguridad, dijo este sábado que la acusación policial de incitar al odio lo dejó confinado en condición de "casa por cárcel".
"Formalmente han dicho que tenemos casa por cárcel", dijo Álvarez, durante una misa transmitida por Facebook desde la Curia de Matagalpa, al norte de Nicaragua, donde permanece junto a otras 12 personas.
El viernes, la policía anunció que inició una investigación contra la Diócesis de Matagalpa, que preside Álvarez, por intentar "organizar grupos violentos" e incitar "a ejecutar acto de odio" para desestabilizar el país.
Álvarez, de 55 años, es un crítico del gobierno de Daniel Ortega y obispos de Latinoamérica alzaron su voz para apoyarlo.
"El asedio a sacerdotes y obispos, la expulsión de miembros de comunidades religiosas, la profanación de templos y el cierre de radios, nos duelen profundamente" dijo el obispo peruano Miguel Cabrejos, presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM).
Los prelados de CELAM invitaron a los católicos de Latinoamérica a unirse en oración por la Iglesia en Nicaragua y sus autoridades. De momento no han habido comentarios del Vaticano.
La acusación contra Alvarez se produce en medio de las tensas relaciones entre la iglesia y el gobierno desde las protestas opositoras del 2018, que Ortega atribuyó a un fallido golpe de estado, en el cual, dijo, los obispos fueron cómplices.
Pero Álvarez no ha dejado de denunciar, y desde el púlpito ha exigido que se respete la "libertad" religiosa, el cese de la represión contra opositores y ha acusado al gobierno de querer una "iglesia muda" para que no denuncie las injusticias.
El jueves, las tensiones aumentaron cuando el prelado dijo por Facebook que la policía intentó bloquearle el acceso a su curia, lo que calificó como una acción de "acoso" y "hostigamiento" contra la iglesia.
Los agentes lo dejaron finalmente entrar pero desde entonces dice que no lo dejan salir, por lo que ha celebrado sus misas desde el interior de la curia.
- Investigación en marcha -
La policía, por su parte, acusa a su Diócesis de usar "su condición de líderes religiosos" y los "medios de comunicación y redes sociales" para crear "zozobra".
Están "provocando un ambiente de zozobra y desorden, alterando la paz y la armonía en la comunidad con el propósito de desestabilizar al Estado de Nicaragua y atacar a las autoridades constitucionales", dijo la policía.
La fuerza de seguridad dijo que ha informado sobre la apertura de las pesquisas al Ministerio Público (fiscalía), entidad que impulsa los juicios, y al Poder Judicial, que tiene entre sus competencias dictar prisión preventiva u ordenar allanamientos.
La investigación persigue "determinar la responsabilidad penal de las personas involucradas en la comisión de estos actos delictivos", dijo la policía, que a su vez anunció que "las personas investigadas se mantendrán en sus casas".
Este sábado Álvarez reaccionó: "Estoy siendo investigado, bien no sé de qué, pero pues ellos estarán haciendo sus propias conjeturas".
Recalcó que "el poder de la iglesia nunca se acabará porque es un poder eterno", mientras que "los poderes temporales.. siempre pasan".
Su retención ocurrió después de que el obispo denunciara el lunes el cierre por parte de las autoridades de cinco emisoras católicas en Matagalpa.
En junio pasado, también fueron cancelados el Canal de la conferencia Episcopal y otras dos televisoras católicas, en medio de las tensas relaciones que la iglesia tiene con el gobierno desde el 2018.
La Arquidiócesis de Managua, que preside el cardenal Leopoldo Brenes, expresó su solidaridad con Álvarez en estos momentos "difíciles".
"Continuamos orando por nuestros sacerdotes perseguidos", manifestó por su lado la Comunidad Cristiana de Matagalpa.
Ortega, en el poder desde el 2007, ha acusado a los obispos nicaragüenses de "golpistas". Los señala de abrir los templos a los manifestantes que resultaron heridos en las represión a las protestas que estallaron contra su gobierno en 2018.
Cuestionó además el papel mediador que le confió a la jerarquía católica en el 2018 en el diálogo que abrió con la oposición para intentar buscar una solución a la crisis política.
Les reprochó principalmente hacer eco a la propuesta opositora que pretendía adelantar las elecciones del 2021, con el propósito de recortar su período presidencial.
Álvarez es el único de los ocho obispos de la Conferencia Episcopal que mantiene un discurso fuerte contra el gobierno.
Otro obispo que también era muy crítico, Silvio Báez fue retirado del país en 2019 por el Vaticano por amenazas de muertos, según reveló entonces, y aunque conserva su puesto como auxiliar de la Diócesis de Managua, vive exiliado en Florida.
(F.Schuster--BBZ)