Sri Lanka libera al sindicalista Stalin tras una protesta internacional por su arresto
Un tribunal de Sri Lanka puso el lunes en libertad bajo fianza al líder sindical Joseph Stalin, cuya detención provocó grandes protestas y fue condenada por la comunidad internacional.
Stalin, de 57 años, fue arrestado el jueves por rebelión tras haber participado en una manifestación antigubernamental que fue prohibida en mayo.
La policía ha efectuado numerosas detenciones en los últimos meses de protestas en el país, que llegaron a su apogeo con la huida y posterior dimisión del presidente Gotabaya Rajapaksa en julio.
El sindicalista, llamado como el líder soviético por su padre comunista, agradeció a los miembros del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas su intervención pidiendo que fuera liberado, así como a los activistas que se han manifestado en Sri Lanka exigiendo su liberación.
"El gobierno no puede intimidarnos con arresto", dijo Stalin a la AFP, recordando que al menos hay otro medio centenar de detenidos y abogando por continuar la protesta contra el nuevo presidente, Ranil Wickremesinghe.
Decenas de miles de personas, indignadas por la crisis económica sin precedentes de la nación isleña, asaltaron el palacio de Rajapaksa y su oficina frente al mar el 9 de julio, culpándolo por la mala gestión de las finanzas de Sri Lanka. Este dimitió poco después.
Stalin, secretario del Sindicato de Docentes de Sri Lanka, es el activista de mayor rango en ser arrestado en la represión del nuevo gobierno.
La policía también arrestó a un manifestante que allanó el gabinete de licores del líder depuesto, bebió una cerveza y se fue con una jarra presidencial, así como a otro por sacar dos banderas oficiales del palacio y usarlas como sábana y pareo.
Pero los manifestantes también entregaron a las autoridades alrededor de 17,5 millones de rupias (46.000 dólares) en billetes nuevos que se habían encontrado en una de las habitaciones.
El ejército demolió el mes pasado un campamento de protesta frente a la oficina del presidente, una medida que provocó la condena internacional por el presunto uso excesivo de la fuerza contra manifestantes desarmados.
(T.Burkhard--BBZ)