La Yihad Islámica vive horas bajas en Gaza tras ofensiva israelí
Segundo movimiento islamista armado de la Franja de Gaza, la Yihad Islámica vive horas bajas, cuestionada por los cohetes caídos dentro del enclave palestino durante la última ofensiva israelí y minimizada su cúpula por la muerte de varios de sus altos cargos en ataques de Israel.
"Es aquí donde estaba sentado", explica Said Besia, un habitante, apuntando al lugar preciso donde el 5 de agosto un ataque israelí mató a Taysir al Jabari, comandante de la Yihad Islámica.
Al Jabari se encontraba en una reunión con otros siete responsables del movimiento en el sexto piso de la Palestine Tower, en el centro de la ciudad de Gaza.
Otro comandante, Jaled Mansur, fue abatido en otro ataque el día siguiente en Rafah, en el sur del enclave palestino.
En respuesta a la ofensiva "preventiva" lanzada por el ejército israelí tras la detención pocos días antes en Cisjordania ocupada de otro dirigente del movimiento, Basam al Sadi, el grupo disparó más de un millar de cohetes hacia Israel. La gran mayoría fueron interceptados por el escudo antimisiles israelí.
Una semana después del fin de esta última escalada, que dejó 49 muertos en la Franja incluidos 12 miembros de la Yihad Islámica (según el movimiento) y al menos 19 niños según la ONU, la tregua se mantiene frágil y el grupo palestino hace balance.
"Esta ronda fue difícil", reconoce a la AFP Ahmed al Mudalal, alto responsable de la Yihad Islámica cuyo hijo Ziad, miembro del movimiento, murió en el ataque contra Jaled Mansur. "Hemos perdido a muchos líderes militares importantes".
- Disparos fallidos -
En Gaza, los residentes señalan la responsabilidad de la Yihad Islámica por la muerte de civiles, incluidos niños, asesinados por cohetes lanzados contra Israel pero que cayeron en el enclave costero estrecho y densamente poblado, incluida una casa de Jabaliya.
"Estaba en casa con mi esposa y mis hijos cuando escuchamos una gran explosión, dos minutos después miré por la ventana y vi una escena horrible. Una casa cerca de nosotros fue destruida", dice Abdel Rahman, quien cree que fue un cohete disparado contra Israel el que cayó sobre la casa.
"Es una guerra y hay errores" en ambos lados, considera Suha, otra residente de Jabaliya. "Pero el motivo de la guerra sigue siendo la ocupación israelí" de los territorios palestinos, añade la mujer.
Deseando mantener su apellido oculto por razones de seguridad, dijo que "vio caer un cohete en la casa de (sus) vecinos".
Según Mohamed Shehada, del Observatorio Euromediterráneo de Derechos Humanos con sede en Ginebra, los proyectiles que se estrellaron en Gaza eran grandes cohetes diseñados para alcanzar Tel Aviv, ciudad israelí a 65 km al norte.
La Yihad Islámica "intenta mejorar el alcance y la potencia explosiva de sus cohetes, pero sin fuertes habilidades científicas", explica.
- "Inmensa frustración" -
"Los cohetes de un alcance mayor de 40 kilómetros no estaban a punto, ni mecánica ni técnicamente, son los que se estrellaron en Gaza", añade, evocando la "inmensa frustración" de una población empobrecida bajo bloqueo de Israel desde hace más de 15 años.
Del total de cohetes lanzados desde Gaza, unos 200 cayeron en territorio palestino matando al menos 11 civiles, incluidos siete menores, afirman las autoridades israelíes apoyándose en vídeos.
"Hamás propuso en varias ocasiones a la Yihad Islámica ayudar a mejorar los cohetes, pero la Yihad siempre dijo que controlaba la situación", explica Shehada.
El movimiento islamista Hamás, que gobierna la Franja desde 2007 y ha librado varias guerras con Israel, la última en mayo de 2021, no participó en las recientes hostilidades.
Una semana después del fin de la escalada, está prevista la visita a Israel de responsables egipcios para formalizar la tregua.
Según la Yihad Islámica, el acuerdo negociado por El Cairo incluye la liberación de Basem al Sadi y de Jalil Awawdeh, detenido en Israel desde diciembre y en huelga de hambre.
(F.Schuster--BBZ)