Comisión Electoral declara a Ruto ganador de la elección presidencial en Kenia
El presidente de la Comisión Electoral Independiente de Kenia declaró el lunes a William Ruto ganador de las elecciones presidenciales, tras seis días de espera y el rechazo del resultado por una parte de los miembros de la comisión.
Wafula Chebukati anunció que el vicepresidente Ruto había sido elegido con el 50,49% de los votos (7.170.000 papeletas), frente al 48,85% (6.940.000 sufragios) de Raila Odinga, el histórico candidato de la oposición, en una de los escrutinios más ajustados de la historia del país.
Minutos antes de esta declaración, cuatro de los siete comisarios de la Comisión Electoral Independiente (IEBC, en inglés) afirmaron en una rueda de prensa en un hotel de la capital, Nairobi, que rechazaban los resultados.
"No podemos asumir la responsabilidad de los resultados que se van a anunciar a causa del carácter opaco del proceso", declaró la vicepresidenta de la IEBC, Juliana Cherera.
Cherera pidió "tranquilidad" a los kenianos, en un país marcado por la violencia postelectoral que se dio en 2007-2008.
Las elecciones de 2022 se desarrollaron de manera pacífica pero tuvieron una participación más baja que en 2017, 65% (más de 22 millones de votantes) por 78% en la anterior cita presidencial.
Con el resultado del escrutinio, William Samoei Ruto sucede a Uhuru Kenyatta (en el poder desde 2013, y que no podía presentarse por el límite de dos mandatos), y se convierte en el quinto presidente del país.
Tras una campaña en la que intentó hacer olvidar su carácter incendiario, Ruto consiguió 233.211 votos más que su principal rival, Odinga, quien había conseguido el sorprendente apoyo del presidente Kenyatta.
A sus 55 años, Ruto se convierte en el primer presidente en veinte años de la etnia kalenjin, tras dos presidentes de la etnia kikuyu.
Nacido en una familia humilde del valle del Rift (oeste), Ruto utiliza su historia de "hombre hecho a sí mismo" (es una de las personas más ricas del país) para presentarse como el defensor de los emprendedores de origen modesto, frente al poder de las dinastías políticas que encarnan Kenyatta y Odinga.
(B.Hartmann--BBZ)