El cierre del Col de Banyuls enoja a ambos lados de la frontera franco-española
Desde ambos lados de la frontera, catalanes franceses y españoles piden que se reabra el paso por el Col de Banyuls, que une a Francia con España, cerrado desde enero de 2021 con el argumento de controlar el terrorismo y la inmigración, pero que aumenta el tiempo para cruzar los Pirineos.
El cierre es "una absurdidad administrativa", sostiene Pierre Becque, presidente de la asociación Albères sin frontera (el macizo montañoso donde se sitúa), apoyado en una de las rocas colocadas sobre el paso para bloquear la ruta.
Para José Rueda, un catalán español de 32 años que lleva siete años cosechando cerca de la pequeña ciudad francesa de Banyuls-sur-Mer, "llegar por el Col era muy fácil".
"Ahora, gastamos más gasolina. Algunos venían y trabajaban durante el día y regresaban a dormir a Espolla o Figueras", del lado español, cuenta. "Estos ya no vienen más", lamenta.
Muchos de los habitantes de Banyuls también solían tomar la pequeña carretera para hacer sus compras en España y comprar cigarrillos o alcohol a un precio más bajo.
El alcalde de Banyuls-sur-Mer, Jean-Michel Solé, denuncia que el cierre afecta "las libertades individuales y comerciales" y recuerda que los "fuertes vínculos" entre su municipio y Espolla, uno de los pueblos españoles cercanos al paso.
- "Vecinos" -
Una bandera luce en la sala del consejo municipal de Espolla. "Somos vecinos", subraya su edil, Carles Lagresa.
"Este paso nos permitía estar en contacto con toda la costa del norte de Cataluña", dice a la AFP, refiriéndose a las estaciones balnearias de la Cataluña francesa, Collioure, Banyuls, Argelès-sur-Mer.
"Yo mismo tengo familia en Banyuls, aunque es un poco lejana. Y mi tío abuelo está enterrado ahí", añade, apuntando también a la pérdida de ingresos de los comerciantes.
Una de las afectadas es Cristina Juanola. Tras la barra de un bar, explica que vienen menos clientes.
"La gente de la zona de Banyuls, que solían pasar por el Col lo hacen ahora por los pasos fronterizos de Port Bou o La Jonquera y se paran en los estancos o cafeterías que hay ahí", lamenta.
Siguiendo el ejemplo de otros prefectos de los departamentos pirenaicos, el de los Pirineos Orientales prohibió el tráfico en cinco pasos fronterizos, incluido el de Banyuls, a partir del 11 de enero de 2021, alegando "la amenaza terrorista" y los "movimientos sostenidos" de migrantes.
Preguntado por la AFP, la prefectura de los Pirineos Orientales confirmó la reapertura de uno de los cinco pasos en mayo de 2021, pero no hizo comentarios sobre las demandas de reapertura del Col de Banyuls.
- 15 minutos -
Desde Espolla, se tarda unos 15 minutos para llegar al Col. El camino serpentea entre viñedos antes de llegar a las grandes rocas que cortan el paso. Bastarían otros 15 minutos para llegar a Banyuls-sur-Mer.
Por otras vías, se tarda entre una hora y una hora y media, según la temporada, en ir de Espolla a Banyuls.
En la práctica, tanto peatones, bicis e incluso algunos vehículos pueden pasar por el Col, pese a las rocas.
Al llegar del lado francés, un conductor de 4x4 da unos golpes de volante, da marcha atrás unos metros y pasa al lado español por una pequeña y empinada pista.
"Estas rocas no frenan nada", comenta Pierre Becque. Para él, es poco probable que inmigrantes irregulares o terroristas usen el paso.
(S.G.Stein--BBZ)