Al menos 13 muertos en ataque yihadista a un hotel de la capital de Somalia
Al menos 13 personas murieron en el ataque del grupo islamista Al Shabab a un hotel de la capital de Somalia, indicaron el sábado las fuerzas de seguridad, que seguían combatiendo a los milicianos atrincherados en el edificio.
"Recibimos informaciones de que se confirmó la muerte de cinco víctimas más, y el número total de civiles abatidos por los terroristas es ya de 13", declaró a la AFP el comandante Mohamed Abdikadir, quien previamente había comunicado un balance de 8 muertos.
Los yihadistas de Al Shabab, un grupo vinculado a Al Qaida, irrumpieron entre disparos y explosiones en el popular hotel Hayat de Mogadiscio el viernes por la noche y están atrincherados allí desde entonces.
"Las fuerzas de seguridad rescataron a decenas de personas, incluidos niños que estaban atrapados en el edificio", dijo Abdikadir. "La mayoría de la gente fue rescatada", agregó.
El cerco seguía en marcha el sábado y en los alrededores del hotel se podían escuchar esporádicamente disparos y explosiones.
Se trata del principal ataque en Mogadiscio desde la elección en mayo del nuevo presidente somalí Hassan Sheikh Mohamud.
- Proyectiles de mortero -
Al Shabab, un grupo vinculado a la red de Al Qaida que desde hace 15 años lucha contra el gobierno de este país del Cuerno de África, reivindicó el ataque y dijo el sábado que aún controlaba el hotel.
"Un grupo de atacantes shabab forzó la entrada al Hotel Hayat en Mogadiscio y los combatientes dispararon de forma aleatoria en el interior", señaló la organización en un portal web afín.
Un portavoz de la policía, Abdifatah Adan Hasan, indicó que los yihadistas entraron en el hotel tras una fuerte explosión provocada por un comando suicida.
Testigos en el lugar evocaron una segunda explosión posterior en el exterior, que causó víctimas entre socorristas y miembros de las fuerzas de seguridad, así como entre civiles que huían del ataque.
Decenas de personas se congregaron en los alrededores del hotel, frecuentado habitualmente por cargos del gobierno y el ejército, para intentar saber qué había ocurrido con familiares o amigos.
El sábado, otro ataque dejó 20 heridos, entre ellos niños, por una salva de proyectiles de mortero, que impactaron en el barrio de Hamar Jajab, situado frente al mar, según declaró a la AFP el comisario de distrito Mucawiye Muddey.
El ataque aún no ha sido reivindicado. "Entre los heridos graves hay una recién casada, su novio y una familia de tres niños, una madre y su padre", precisó.
Mohamed Abdirahman Jama, un responsable del principal hospital de Mogadiscio, afirmó que el establecimiento estaba atendiendo a al menos 40 personas heridas en los dos ataques.
- Bombardeos estadounidenses -
Estos ataques llegan después de que Estados Unidos anunciara el miércoles haber matado en un asalto aéreo a 13 milicianos de Al Shabab que combatían contra las fuerzas regulares somalíes alrededor de Teedaan, a unos 300 km al norte de Mogadiscio y cerca de la frontera con Etiopía.
La semana pasada, el ejército estadounidense había señalado otro ataque que mató a cuatro milicianos del grupo en la misma región.
El presidente Joe Biden decidió en mayo restablecer la presencia militar estadounidense en Somalia, revirtiendo la decisión de su predecesor Donald Trump, que había ordenado la retirada de las tropas.
Los yihadistas llevaron a cabo en las últimas semanas ataques en la frontera entre Etiopía y Eritrea, generando interrogantes sobre un posible cambio de estrategia.
El nuevo presidente de Somalia, Hassan Sheikh Mohamud, dijo el mes pasado que no se podrá vencer a los milicianos con el único recurso de la fuerza militar, pero precisó que aún no era el momento de encarar una negociación.
Los militantes de Al Shabab fueron expulsados de Mogadiscio en 2011 por una fuerza de la Unión Africana, pero todavía controlan grandes porciones de territorio y tienen capacidad de realizar acciones letales contra objetivos civiles y militares.
El primer ministro somalí, Hamza Abdi Barre, nombró a inicios de mes a Muktar Robow, un exlíder y portavoz de Al Shabab, en el cargo de ministro de Religión.
Robow, de 53 años, desertó de las filas islamistas en 2017. El gobierno estadounidense había llegado a ofrecer una recompensa de 5 millones de dólares por su cabeza.
(L.Kaufmann--BBZ)