Niños en Yemen faltan a la escuela para sobrevivir a la miseria y la guerra
El año escolar ya comenzó en Yemen, pero Midian Aoud falta a las clases para lavar autos y ayudar a su familia en la lucha por sobrevivir a la miseria agravada por la guerra.
El niño de 12 años vive en Taez, una ciudad asediada en el conflicto entre los rebeldes hutíes apoyados por Irán y las fuerzas del gobierno respaldado por una coalición militar encabezada por Arabia Saudita.
"Mis amigos estudian y yo no. Ellos están en séptimo año. Yo dejé la escuela para ayudarle a mis padres", dijo Midian, vestido con una camiseta rota, a AFP.
Después de lavar coches, Midian ayuda a su padre, Adnan Aoud, un zapatero que asegura que su decisión de no enviar a su hijo a la escuela fue difícil pero inevitable porque necesitan el ingreso para alimentar a la familia.
"Para estudiar necesitas libros, cuadernos y lápices. Yo quería darle todo a mis hijos para que fueran a la escuela pero no pude", lamentó Adnan. "Estamos en la miseria total".
El padre dijo que él mismo no pudo estudiar, en un país que ya era uno de los más pobres de Oriente Medio antes de la guerra.
- Analfabetas -
"Mis hijos y yo somos analfabetas. Yo quería que a mi hijo le fuera mejor que a mí, pero él también será zapatero", lamentó Adnan. "Esto no es vida".
La economía de Yemen estaba en crisis antes del inicio del conflicto en 2014, cuando los hutíes tomaron la capital Saná.
Desde 2015, cuando intervino la coalición saudita, la guerra ha dejado cientos de miles de muertos, según la ONU.
El conflicto provocó desplazamientos, la propagación de enfermedades y el colapso de la infraestructura, con el país al borde de una hambruna.
Una tregua mediada por la ONU entró en efecto el 2 de abril, lo que dio al país un necesario respiro de la violencia.
La agencia de la ONU para la infancia, UNICEF, dijo que el país de la península Arábiga enfrenta una "severa crisis educativa".
"El conflicto y las frecuentes interrupciones escolares (...) tienen un impacto profundo en el aprendizaje y el desarrollo intelectual y emocional", dijo UNICEF a AFP.
La guerra y la crisis educativa estaban dañando la salud mental de 10,6 millones de niños, según el organismo.
El problema se agrava por los desplazamientos, los riesgos de seguridad, la falta de maestros y el deterioro de la infraestructura.
- Abundante peligro -
En Taez, las escuelas reabrieron este mes con más de 500.000 estudiantes a pesar del peligro de vivir en una ciudad controlada por el gobierno pero rodeada por rebeldes, a pesar de la tregua.
Hay barreras de tierra levantadas en algunas zonas para resguardar a los niños de los disparos en su camino a la escuela.
Ishraq Yahia, maestra en una escuela para niñas, calificó la tregua como "un enorme fracaso", ya que la ciudad sigue asediada y hay disparos esporádicos de francotiradores.
"Hay estudiantes disparados de camino a la escuela. Algunos incluso dentro del autobús escolar", dijo Yahia a AFP.
Taez es una de las ciudades más golpeadas por la guerra de Yemen.
Y a pesar del diálogo auspiciado por la ONU, no ha habido avances en la apertura de caminos a la ciudad.
El asedio complicó la entrega de ayuda humanitaria y encareció el transporte porque los bienes deben ser llevados por rutas más largas, dejando a muchos sin servicios esenciales.
Malak Faisal se despide de su madres cada día por si no vuelve con vida.
"Estamos en peligro cada día que vamos a la escuela. Los misiles y francotiradores hutíes no perdonan a nadie".
(B.Hartmann--BBZ)