Los angoleños votaron en el mayor desafío electoral para el partido en el poder desde 1975
Los angoleños votaron este miércoles en unas elecciones legislativas que designarán presidente del país al líder del partido vencedor, con el mandatario saliente, cuya agrupación gobierna desde la independencia en 1975, y un opositor que promete combatir la pobreza y la corrupción como favoritos.
Los colegios electorales abrieron a las 07H00 (06H00 GMT) y empezaron a cerrar progresivamente antes de la hora prevista, a las 18H00 (17H00 GMT), según periodistas de AFP. Los resultados se conocerán unos días después de la elección.
El escrutinio comenzó de inmediato. Observadores extranjeros llegaron al país en las últimas semanas.
El padrón electoral incluye 14 millones de inscritos que deben elegir entre ocho partidos políticos. El candidato del partido vencedor en las legislativas será investido jefe de Estado.
Los comicios se anuncian como los más disputados de la historia de esta excolonia portuguesa, aunque según los últimos sondeos, el gobernante Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA) volvería a ganar.
En ese caso, el presidente saliente, Joao Lourenço, de 68 años, iniciaría su segundo mandato.
Su principal adversario es Adalberto Costa Junior, de 60 años, del antiguo movimiento rebelde de derecha Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA).
La UNITA hizo campaña prometiendo reformas contra los flagelos de la pobreza y la corrupción, y "ACJ", apodo popular de su líder, ha conseguido encarnar para muchos angoleños las esperanzas de "cambio", en un país con grandes dificultades económicas.
Antes de entrar al local de votación, Lindo, un electricista de 27 años, dijo a la AFP que iba a votar a favor de UNITA.
"Hace veinte años que el país está en paz y seguimos en la pobreza. En Angola no hay una verdadera democracia, el MPLA controla todo", dijo Lindo.
ACJ también se ganó la simpatía de buena parte de la juventud de las ciudades, menos apegados que sus mayores al MPLA.
Ese movimiento, identificado durante décadas con la lucha por la independencia, ha visto su imagen corroída por la corrupción imperante bajo la larga presidencia de José Eduardo dos Santos (1979-2017).
El exmandatario, fallecido en julio en España y cuyos restos fueron repatriados a Angola el sábado pasado, fue acusado de desviar miles de millones de dólares en provecho de sus familiares y allegados.
La franja de 10 a 24 años representa un tercio de la población de este país de unos 34 millones de habitantes. "No hay democracia con un partido único en el poder", proclamó el lunes Costa Junior, en un mitin en Luanda.
- Temor a fraudes -
"El margen será más pequeño que nunca", vaticina Eric Humphery-Smith, analista de la consultoría británica Verisk Maplecroft.
Pero con un partido en el poder que controla el proceso electoral y los medios de comunicación públicos, la oposición y parte de la opinión pública se preguntan sobre la posibilidad de que haya fraude.
En 2017, Joao Lourenço fue elegido con el 61% de los votos, con la etiqueta de delfín designado de Dos Santos.
Tras su elección tomó rápidamente distancias, y lanzó para sorpresa de todos una amplia operación anticorrupción, además de apartar de puestos clave a los allegados de su mentor.
El actual presidente espera imponerse sacando pecho del balance de estos cinco últimos años en los que, habiendo heredado una economía dependiente del petróleo y en grave recesión, lanzó reformas ambiciosas para diversificar las fuentes de ingresos y privatizar empresas públicas.
"Hemos creado y hemos reestructurado nuestra economía", dijo el presidente y candidato en un mitin el fin de semana pasado.
La repatriación del cuerpo del expresidente José Eduardo dos Santos, que será sepultado el domingo podría favorecer al presidente saliente.
Los resultados se esperan varios días después de la celebración de los comicios, aunque en caso de impugnación podrían tardar más.
(H.Schneide--BBZ)