Berliner Boersenzeitung - Entre alivio y desesperación, el relato de tres mujeres bajo el régimen talibán en Afganistán

EUR -
AED 3.883184
AFN 71.818995
ALL 98.529288
AMD 409.074731
ANG 1.904933
AOA 965.269565
ARS 1055.823448
AUD 1.634055
AWG 1.905693
AZN 1.796736
BAM 1.963349
BBD 2.134105
BDT 126.305615
BGN 1.958873
BHD 0.398489
BIF 3120.889138
BMD 1.05725
BND 1.422327
BOB 7.303079
BRL 6.131332
BSD 1.056969
BTN 89.210716
BWP 14.508852
BYN 3.458999
BYR 20722.097605
BZD 2.130491
CAD 1.485092
CDF 3030.077547
CHF 0.937997
CLF 0.03738
CLP 1031.432166
CNY 7.640849
CNH 7.64702
COP 4738.32964
CRC 539.855192
CUC 1.05725
CUP 28.017122
CVE 110.690579
CZK 25.29164
DJF 188.214531
DKK 7.458121
DOP 63.924566
DZD 141.122754
EGP 52.181994
ERN 15.858748
ETB 131.016949
FJD 2.405085
FKP 0.834505
GBP 0.834519
GEL 2.880977
GGP 0.834505
GHS 16.990324
GIP 0.834505
GMD 75.065022
GNF 9109.160997
GTQ 8.162421
GYD 221.130194
HKD 8.230264
HNL 26.688738
HRK 7.541637
HTG 138.870131
HUF 405.584277
IDR 16826.501842
ILS 3.956134
IMP 0.834505
INR 89.26366
IQD 1384.623553
IRR 44515.505624
ISK 145.69996
JEP 0.834505
JMD 167.324113
JOD 0.749692
JPY 164.496462
KES 136.886677
KGS 91.321543
KHR 4293.07952
KMF 493.206073
KPW 951.524489
KRW 1474.720869
KWD 0.325147
KYD 0.880786
KZT 524.014714
LAK 23219.272657
LBP 94650.007075
LKR 308.797253
LRD 195.010693
LSL 19.346784
LTL 3.121784
LVL 0.639519
LYD 5.162874
MAD 10.556688
MDL 19.146614
MGA 4952.06294
MKD 61.70838
MMK 3433.906362
MNT 3592.535028
MOP 8.473177
MRU 42.017959
MUR 49.797328
MVR 16.34494
MWK 1832.755181
MXN 21.55262
MYR 4.723842
MZN 67.505419
NAD 19.346784
NGN 1766.040983
NIO 38.896051
NOK 11.755846
NPR 142.737467
NZD 1.800616
OMR 0.40705
PAB 1.056964
PEN 4.027485
PGK 4.187685
PHP 62.042588
PKR 293.569595
PLN 4.320912
PYG 8254.73753
QAR 3.853133
RON 4.976157
RSD 117.002695
RUB 105.775886
RWF 1451.186334
SAR 3.970856
SBD 8.863332
SCR 14.534817
SDG 635.944564
SEK 11.598634
SGD 1.418147
SHP 0.834505
SLE 23.97847
SLL 22170.006319
SOS 604.025192
SRD 37.380653
STD 21882.937891
SVC 9.248559
SYP 2656.371886
SZL 19.354505
THB 36.781198
TJS 11.267173
TMT 3.700375
TND 3.338251
TOP 2.47618
TRY 36.395568
TTD 7.176592
TWD 34.334401
TZS 2812.28442
UAH 43.573034
UGX 3878.913513
USD 1.05725
UYU 44.902853
UZS 13537.046769
VES 48.066111
VND 26838.288148
VUV 125.51883
WST 2.951409
XAF 658.491861
XAG 0.034768
XAU 0.000412
XCD 2.857271
XDR 0.796265
XOF 658.491861
XPF 119.331742
YER 264.153479
ZAR 19.226126
ZMK 9516.522147
ZMW 28.986446
ZWL 340.434029
Entre alivio y desesperación, el relato de tres mujeres bajo el régimen talibán en Afganistán
Entre alivio y desesperación, el relato de tres mujeres bajo el régimen talibán en Afganistán

Entre alivio y desesperación, el relato de tres mujeres bajo el régimen talibán en Afganistán

El regreso al poder de los talibanes en agosto terminó con dos décadas de conflicto en Afganistán. Pero aunque el fin de los combates fue un alivio para muchas mujeres, para otras las restricciones impuestas por los fundamentalistas multiplica su desesperación.

Tamaño del texto:

La AFP se adentra en la transformación de la vida de las mujeres con el nuevo régimen talibán, a través de tres historias.

- La madre -

En un pueblo ubicado en la ladera de un monte cerca de Kabul, algunos niños corren entre las casas bajas. Ahora que las tropas estadounidenses se han ido, Friba cuenta que goza de una vida tranquila.

"Antes, había aviones en el cielo y bombardeos", recuerda esa madre de tres hijos en Charikar, en la provincia de Parwan.

Para los habitantes de muchas regiones rurales, la victoria de los talibanes y la retirada de las tropas estadounidenses representó el fin de una clase política corrupta y de un sangriento conflicto con decenas de miles de víctimas.

Friba, que como muchos afganos no tiene apellido, perdió a varios familiares durante el conflicto.

"Estamos contentos de que los talibanes hayan tomado el poder y de que haya paz", explica. "Me siento más serena", insiste.

Pero aunque la seguridad ha mejorado, la mujer reconoce que sigue luchando cada día por sobrevivir.

"Pero nada cambió, absolutamente nada. No tenemos dinero", suspira.

Para salir adelante, la familia depende de pequeños trabajos agrícolas y donaciones de comida.

- La estudiante -

Zakia estaba en clase de economía en la universidad privada Kateb el 15 de agosto de 2021 cuando el profesor avisó de que los talibanes estaban ya a las puertas de Kabul.

"Mis manos empezaron a temblar. Saqué mi teléfono del bolso para llamar a mi marido (...) y se cayó varias veces", cuenta.

Desde entonces, Zakia, que estaba en tercer año de estudios en la facultad, no ha regresado a clases.

Pese a que varias universidades privadas y públicas reabrieron en algunas provincias la semana pasada, muchas estudiantes decidieron no volver.

Para Zakia, pagar la matrícula es mucho más difícil ahora ya que los talibanes redujeron de manera drástica el sueldo de su marido funcionario.

Pero lo que realmente le impidió regresar a clase fue el miedo y el pánico de su familia ante los combatientes islamistas. Desde agosto, casi no sale y prefiere quedarse en casa, con su hija pequeña y la familia de su marido.

"Piensan que voy a ser detenida y tal vez golpeada por un talibán", dice Zakia, lo que sería "una terrible vergüenza".

Con 24 años, recuerda con melancolía los años que pasó en la universidad, pese a que la guerra lastró el sistema educativo.

"Comparaba mi situación, el apoyo de mi familia, con la de personas analfabetas que no recibían ninguna educación", recuerda. "Estaba orgullosa, sentía que tenía mucha suerte", explica.

Zakia no abandonó sus sueños. Al igual que cientos de mujeres afganas, recibe una beca de "La Universidad del Pueblo", una organización internacional que ofrece cursos en línea.

Cada semana, se conecta para estudiar gestión de empresas. Las clases la mantienen ocupada, pero no le impiden preocuparse por el futuro, sobre todo el de su hija.

"¿Cómo la educaré en una sociedad así?", se pregunta, inquieta.

- La antigua empresaria -

Cada mañana, Roya solía recorrer el centro de Kabul para enseñar a bordar a decenas de alumnas. Por la noche, confeccionaba vestidos y camisas para la futura tienda que soñaba abrir con sus hijas.

Sus ingresos le permitían pagar las facturas y las matrículas de los estudios de sus niñas.

"Sé coser muy bien, todos los modelos que la gente me pedía, yo sabía hacerlos", explica en su casa de la capital afgana.

"Necesitaba salir a trabajar, ser una mujer fuerte, alimentar a mis hijos y criarlos gracias a mi trabajo de costurera", detalla.

Pero su escuela, financiada con fondos extranjeros, cerró cuando los talibanes entraron en Kabul. Desde entonces, no volvió a ver ninguna de sus alumnas.

Hoy, Roya pasa los días en casa. El hogar depende ahora de los ingresos de su marido, un vigilante que trabaja a medio tiempo por algunos dólares a la semana.

"Me siento impotente", confía. "Tengo tanto miedo que ya ni vamos a la ciudad o al mercado", explica.

Gracias a Artijaan, una empresa que ayuda las artesanas afganas, recibe a veces encargos para confeccionar manteles. Pero en las estanterías de su casa, se amontonan los vestidos y trajes de colores de los que unos meses antes, se sentía tan orgullosa.

"Estoy encerrada en casa, con todas mis esperanzas y sueños", concluye.

(A.Lehmann--BBZ)