Senegal lidera paridad en política pero le queda mucho por hacer en la sociedad
Senegal superará el lunes una nueva etapa en la representación política de las mujeres en África occidental con una proporción récord de diputadas en el Parlamento, pero queda mucho camino por recorrer en un país donde las leyes patriarcales están profundamente arraigadas.
Más del 44% de los escaños de la Asamblea Nacional del país, renovada en julio, serán ocupados por mujeres. Es la máxima proporción que jamás se alcanzó en un Parlamento de África occidental.
Pero estos avances a nivel político contrastan con la realidad de las mujeres del país, desde los derechos de reproducción hasta la violencia doméstica.
Aminata Touré, ex primera ministra entre 2013 y 2014, es una de las diputadas en la bancada del partido presidencial del nuevo hemiciclo.
Como política "estás mucho más observada, no te perdonan ningún error", dice a la AFP. "Creo que todas las mujeres en el poder le dirán la misma cosa", agrega.
Tras las elecciones de julio, de los 165 escaños, 73 fueron para mujeres. El país, considerado una excepción de estabilidad en una región convulsa, se sitúa en el cuarto puesto en África y el 18º a nivel mundial en cuanto a paridad en el Parlamento, por delante de Suiza, Francia, Reino Unido y Estados Unidos, según la Unión Interparlamentaria, una organización con sede en Ginebra.
En Senegal, una ley de 2010 exige la "paridad absoluta de género" en todas las instituciones electivas, con listas de candidatos que alternan hombres y mujeres.
Los resultados de las diputadas en las últimas elecciones son dos veces superiores a los anteriores, y la cifra más alta tras la ley de la paridad.
Sin embargo, en la realidad, los cabezas de lista son prácticamente siempre hombres. Y como el número de candidatos elegidos en una misma lista suele ser impar, la representación femenina sigue siendo inferior a 50%, explica una portavoz parlamentaria.
La importante presencia en la Asamblea Nacional "permite que las mujeres tengan voz" sobre temas de presupuesto y sobre las cuestiones que les preocupan, según Touré.
- "Tantas cosas por hacer" -
Pero las activistas advierten que, más allá de la representación política, Senegal está en el 130º lugar de 189 en la clasificación de la ONU sobre la igualdad de género.
El país no criminalizó la violación hasta 2020. Y el Protocolo de Maputo, una iniciativa de la Unión Africana que busca ampliar el acceso al aborto y que Senegal ratificó en 2005, todavía está a la espera de ser totalmente implementado.
El aborto sólo está autorizado para salvar la vida de la madre. En 2020, una cuarta parte de la población carcelaria femenina estaba vinculada a hechos con el aborto, según la oenegé Africa Check.
Grupos activistas también militan para igualar la edad legal del matrimonio. Por ahora, la de las chicas es de 16 años, dos años menos que para los varones.
"Tendría que subir a 18 años, para que las chicas puedan seguir yendo a la escuela" y tengan los mismos derechos que los chicos, dice Maimouna Yade, responsable de la organización de mujeres JGEN.
"Hay tantas cosas por hacer", abunda Mame Diarra Fam, nueva parlamentaria de la oposición, mencionando la violencia contra las mujeres, la educación de las niñas y el acceso a la sanidad.
Con todo, los defensores de los derechos subrayan los avances de estos últimos años, como la ley sobre la paridad o la ley de 2013 que permite que las mujeres senegalesas casadas con extranjeros puedan transmitir su nacionalidad a sus hijos, un derecho que hasta entonces sólo tenían los hombres.
El presidente Macky Sall tiene que nombrar próximamente al primer ministro y un nuevo gobierno será formado. Muchos están pendientes del lugar que las mujeres tendrán en el futuro gabinete.
(H.Schneide--BBZ)