Armenia y Azerbaiyán se acusan de vulnerar tregua tras choques mortíferos en la frontera
Armenia y Azerbaiyán se acusaron recíprocamente el miércoles de romper la tregua negociada en la víspera tras los peores enfrentamientos fronterizos entre estos dos países desde la guerra de 2020, cuyo proceso de paz está en riesgo.
Rusia anunció el martes que había negociado un alto el fuego después de esos choques que dejaron al menos 100 soldados muertos entre estos dos países rivales en el Cáucaso, enfrentados por la región de Nagorno-Karabaj.
El miércoles, el ministerio de Defensa dijo que "el enemigo relanzó su ataque usando artillería, morteros y armas de fuego de gran calibre en las direcciones de Jermuk y Verin Shorzha" en la frontera.
"A pesar de la clara reacción de la comunidad internacional sobre la situación, el liderazgo político y militar de Azerbaiyán continúa de hecho sus actos de agresión contra el territorio soberano de Armenia, apuntando a infraestructura militar y civil", añadió.
El martes por la noche, el ministerio de Defensa de Azerbaiyán había acusado a las fuerzas armenias de "violar el alto el fuego (...) y bombardear posiciones azerbaiyanas cerca de Kalbayar y Lachín con morteros y artillería".
La escalada del martes llega mientras Rusia, el aliado más cercano de Ereván, está ocupada con la invasión de Ucrania.
- Los esfuerzos de paz "anulados" -
Este conflicto ha alterado el equilibrio de fuerzas en la región dado el creciente aislamiento internacional de Rusia, que envió miles de tropas de paz a la zona tras la guerra de 2020.
Desde entonces, es la Unión Europea (UE) quien dirige el proceso de normalización entre Armenia y Azerbaiyán, que incluye negociaciones para la paz, la delimitación de fronteras y la reapertura de las conexiones de transporte.
El experto Gela Vasadze, del Centro de Análisis Estratégico de Georgia, indicó que la última escalada "ha deshecho los esfuerzos liderados por la UE para acercar a Bakú y Ereván a un acuerdo de paz".
"Los acuerdos de Bruselas están prácticamente anulados", dice. Además, los enfrentamientos "han radicalizado todavía más la opinión pública en ambos países".
Durante las conversaciones mediadas por la UE en Bruselas en abril y mayo, el presidente azerbaiyano Ilham Aliyev y el primer ministro armenio Nikol Pashinyan acordaron "avanzar discusiones" en un futuro tratado de paz.
En Ereván, las emociones estaban a flor de piel entre los familiares de los soldados armenios heridos que se reunían en la puerta de un hospital militar el martes por la noche.
"Tenemos que luchar por nuestras tierras, por nuestra patria y por nuestro país. La victoria será nuestra. Si no es hoy, será mañana. Somos indestructibles", decía Sokrat Khachaturyan, de 65 años, a AFP.
El economista Arman Mkhitaryan dijo que "hay que esperar una nueva guerra viendo la acumulación de (soldados) azerbaiyanos" en la frontera.
"La capacidad y el potencial del actual gobierno (armenio) es insuficiente para afrontar los desafíos de hoy", añadió.
- "Ni guerra, ni paz" -
El martes, Armenia pidió ayuda a los líderes mundiales. La Unión Europea, Estados Unidos, Francia, Rusia, Irán y Turquía expresaron preocupación por la escalada y pidieron terminar con las hostilidades.
Armenia y Azerbaiyán, dos exrepúblicas soviéticas del Cáucaso, han librado dos guerras en las últimas tres décadas por el control de la región de Nagorno-Karabaj.
Las seis semanas de combate de otoño de 2020 dejaron más de 6.500 muertos y terminaron con un frágil alto el fuego mediado por Rusia, que el analista Valadze describió como un estado de "ni guerra, ni paz".
En virtud de ese acuerdo, Armenia cedió partes de ese territorio que había controlado durante décadas.
Los separatistas de etnia armenia de Nagorno-Karabaj se separaron de Azerbaiyán cuando la Unión Soviética colapsó en 1991. El conflicto posterior costó unas 30.000 vidas.
(T.Renner--BBZ)