China endurece el confinamiento en el noreste por un repunte del covid
Las autoridades de China anunciaron el domingo un endurecimiento de las medidas de confinamiento en el noreste del país, justo cuando la metrópoli sureña de Shenzhen se preparaba para levantar sus restricciones.
El país asiático registró este domingo 4.053 nuevos casos de covid, dos tercios de ellos en Jilin, provincia fronteriza con Corea del Norte y Rusia.
Los habitantes de la ciudad homónima de Jilin, de 4,5 millones de habitantes, no podrán salir de sus viviendas durante tres días a partir de la medianoche del lunes, precisó la alcaldía.
La ciudad de Changchun, confinada desde inicios del mes, anunció por su parte que endurecerá sus medidas durante tres días y ahora sólo podrán salir el personal médico y otras personas vinculadas con la pandemia.
Desde inicios del confinamiento el 11 de marzo, los 9 millones de habitantes de Changchun podían salir una vez cada dos días para comprar comida.
El pasado domingo, la metrópolis tecnológica de Shenzhen, situada a las puertas de Hong Kong, confinó a sus 17,5 millones de habitantes.
Sin embargo, la ciudad sureña, que alberga miles de fábricas de grandes nombres de la tecnología, levantó parcialmente algunas restricciones.
El transporte público se reanudará plenamente a partir del lunes, así como las administraciones y parte de la actividad económica, afirmaron el domingo autoridades sanitarias.
China, donde el coronavirus se detectó por primera vez a finales de 2019, había logrado contener en gran medida la pandemia utilizando estrictas medidas de confinamiento desde principios de 2020, pero la variante ómicron ha causado numerosos brotes en todo el país en los últimos meses.
Las nuevas medidas se dan luego de que China registró el sábado sus dos primeras muertes por covid-19 en más de un año.
Decenas de millones de personas están actualmente confinadas en todo el país y las autoridades están trabajando para liberar camas de hospital en medio de los temores de que el brote pueda poner el sistema de salud bajo una gran presión.
La provincia de Jilin, que registró miles de casos la semana pasada, ha construido ocho hospitales temporales y dos centros de cuarentena para hacer frente al brote.
Además, la ciudad septentrional de Tangshan, base de la industria siderúrgica china, impuso el domingo una prohibición de tráfico de 24 horas para frenar la propagación del virus y examinar a sus 7,7 millones de habitantes.
(H.Schneide--BBZ)