Siete mil kilómetros a pie para cumplir el sueño de orar en La Meca
Del millón de peregrinos musulmanes que afluyeron a Arabia Saudita esta semana, ninguno tuvo un viaje tan agotador como el de Adam Mohamed, que cumplió con el desafío de ir a La Meca caminando desde el Reino Unido.
Para este ingeniero eléctrico británico de origen iraquí-kurdo el viaje de 7.000 kilómetros fue un reto espiritual. Recorrió nueve países antes de llegar a Tabuk, en el noroeste de Arabia Saudita, que alberga algunos de los lugares sagrados del islam.
Cuando inició su periplo, este ferviente musulmán de 53 años no sabía aún si podría participar en la peregrinación de La Meca o hach debido a las medidas sanitarias impuestas por las autoridades sauditas para frenar la propagación del covid-19. Pero once meses más tarde, su esfuerzo fue recompensado. Está en La Meca.
"Llore cuando llegué. Es una sensación increíble", dijo a la AFP Adam Mohamed, que perdió unos 15 kilos pero no se arrepiente de este viaje "agotador".
"Paré varias veces para descansar. Pero estaba centrado en mi objetivo. Tengo 53 años, ¿qué son once meses en el camino a la casa de Dios?", señaló.
Adam Mohamed recibió un permiso de las autoridades sauditas para participar este año en el hach. Está acompañado de su mujer y sus dos hijas, que hicieron el viaje en avión.
En los últimos dos años los peregrinos extranjeros no pudieron participar en este rito anual debido a la pandemia.
Pero en abril las autoridades sauditas anunciaron que este año autorizarían a un millón de musulmanes, incluyendo a 850.000 extranjeros, a participar en el hach, que comienza este miércoles.
La peregrinación a La Meca es uno de los cinco pilares del islam. Todos los musulmanes deben hacerla al menos una vez en su vida, si disponen de los medios necesarios.
- "Era mi sueño" -
La mayoría de los extranjeros son seleccionados por un sistema de lotería ya que millones de musulmanes de todo el mundo quieren realizar la peregrinación.
Antes de la pandemia, el hach era una de las congregaciones religiosas más grandes del mundo. En 2019 participaron 2,5 millones de personas.
En 2020 los extranjeros no pudieron venir, lo que provocó frustración y decepción de musulmanes del mundo entero que ahorran durante muchos años para poder realizar este viaje.
En 2020, año en el que estalló la pandemia, se autorizó la participación de 10.000 residentes sauditas y en 2021 de 60.000, que debían estar vacunados.
Arabia Saudita ha hecho de la acogida para el hach un signo de prestigio y poder.
Este año se autorizó el ingreso de extranjeros, pero se mantienen ciertas restricciones. Los participantes deben ser menores de 65 años, estar vacunados y tener una prueba negativa al covid, realizada máximo 72 horas antes del viaje.
El hach comienza oficialmente el miércoles, pero La Meca lleva ya días repleta de peregrinos, dichosos y aliviados de haber llegado tras, en algunos casos, años de espera.
Halima, una peregrina rusa de 30 años, dijo que había esperado diez años para realizar este viaje, que cuesta unos 5.000 dólares por persona. Unos amigos le ayudaron a ella y a su padre a pagarlo.
"Ayer fue la primera vez que vi la Kaaba", dijo a la AFP, refiriéndose a la gran estructura cúbica negra situada en el centro de la Gran Mezquita, a la que acuden los musulmanes de todo el mundo para rezar.
"Era mi sueño estar aquí, y ahora se hizo realidad", añadió.
(S.G.Stein--BBZ)